Hoy, desde el videodromo, queremos acercaros a una historia muy singular. Esta comienza contándonos las desventuras de una poderosa editora de una importante revista de moda de Nueva York, Miranda Priestly. Por diversas circunstancias, contrata una nueva asistente, Miranda, que es una chica de provincias y este será su primer puesto de trabajo tras acabar la universidad, y durante todo el metraje la veremos como intenta sobrevivir en un mundo artificial, a la par que intenta satisfacer todos los deseos de la tirana de su jefa, que es la insatisfacción hecha mujer.Así empieza la película “EL DIABLO VISTE DE PRADA”, basada en la novela homónima escrita por Lauren Weisberger, que se ha traducido a 27 idiomas, y que también ha participado en la elaboración del guión. Su director, David Frankel, es un desconocido en nuestro país salvo para los seguidores de la exitosa serie de televisión “Sexo en Nueva York”, porque ha dirigido varios capítulos o por haber guionizado dos de “Roma”, que el pasado invierno emitió el canal Cuatro. Así pues, estamos ante su salto a la gran pantalla y ha elegido un proyecto en el que, como todos podéis apreciar, se siente cómodo. Es así, hasta tal grado, que las imágenes trascienden la novela y de ese mundillo que debe ser la moda, para realizar todo un retrato de la erótica del poder. Es muy recomendable esta salvaje comedia, ácida, de un humor negro recalcitrante, para todos aquellos que hayan estado en un puesto de comunicación relacionado con el poder, en serio, bien sea político, del campo empresarial, etc. Hollywood está este año muy crítico con el tema del poder, véase para botón de muestra “Syriana”, que en su momento me impactó, pero que Frankel se aleja del drama, para hacer de él una comedia. Ya lo decía Woody Allen, toda buena comedia surge una situación dramática.¿Qué decir de Meryl Streep? Que borda el papel. Es la ACTRIZ. Se amolda y hace suyo un personaje, con el que hasta llegas en un momento muy delicado de la trama a compadecerte de él, mientras que te has pasado todo el metraje deseándola el mal infinito. Es una de las grandes, de eso no cabe la menor duda. Anne Hathaway, es un caso aparte, parece intentar quitarse de encima ese estereotipo de niña mona emblema de la Disney, que la ha dado de comer hasta ahora, y que ya intentó en “Brokeback Mountain” dando vida a la despiadada mujer sureña de Jack, volver a romperlo y hacerse una actriz madura. Pero, digamos que teniendo enfrente a la diosa de la actuación, todos sus esfuerzos son vanos, quedando su trabajo correcto. Pero su elenco no queda ahí. Stanley Tucci, actor y director indie por excelencia, interpreta un personaje para el que nuestro Javier Cámara luchó en el casting, para dar vida a un crítico de moda que es la mano derecha de la despiadada jefa, y que ambos generan moda y tendencia desde la revista.Si no la habéis visto, intentar verla, bajo esa apariencia de comedia insulsa, se esconde una de las mejores críticas al poder que hemos podido ver, junto con “Syriana” este año, y sobre todo dulcificada por el género elegido, la comedia. Además, Frankel rehusa darnos moralina final, con lo que da al producto un empaque formidable y muy saludable.