Hace unos días me escribió un mail la señorita Mónica Darko y me pidió un análisis sobre una película de ciencia ficción muy curiosa y que da nombre a este blog, además espero satisfacer las ansias de algunos de mis lectores por saber que esconde este título. Así que aquí tienes lo que me pediste.


El 15 de marzo de 1943 nace el director canadiense David Cronenberg en el seno de una familia intelectual de clase media, ya que su progenitor escribía en el Reader’s Digest y también creaba relatos policíacos. En 1983 bajo los auspicios de un gran estudio como lo es la UNIVERSAL que se encargó de su distribución, y con la producción fiel de Claude Héroux, Victor Solnicki y Pierre David, triada importantísima en la carrera de este director canadiense, realizó su décima película con un coste de 6 millones de dólares, se llamó «VIDEODROME». Su importancia radica en que fueron los que le descubrieron y ha realizado la mayoría de sus películas con ellos, ya que entendieron su enfermizo y especial universo desde “Vinieron de dentro de…” más conocida como “Shrivers”.

El argumento arranca cuando Max Renn se entrevista con unos productores de porno, que dicen hacer algo distinto a lo que impera en el mercado, la serie se llama «Samurai Dreams», traducido, «Los sueños del samurai» Tras visionar el capítulo 13, sus compañeros dicen que el porno oriental es lento, blando y que no engancha. Así que pone a uno de sus técnicos, Harlan, a la búsqueda de algo más duro, que rompa moldes. Una mañana, Harlan encuentra una emisión de un
programa cuya posible procedencia es Malasia en un satélite extranjero. En ella se ve a una mujer desnuda contra un muro de barro electrificado que es azotada por dos encapuchados. Renn, sin dudarlo, le encarga piratear la señal.
Al final, Harlan encuentra la señal real del programa
semanal del porno hardcore más realista, sin cortes de montaje, y sumamente adictivo, su nombre es «VIDEODROMO», y se emite desde la ciudad de Pittsburg. Una noche Nicki y Max ven juntos un programa entero y a partir de ese momento la vida de Max será totalmente diferente, las fantasías le abordarán cada vez con
más frecuencia hasta que llegue un límite en el cual no sabrá cuando estamos ante la realidad y cuando ante la ficción televisiva. Así entrará en una espiral terrorífica de autodestrucción. Esto es un resumen del argumento, o más bien el motor de la película.
Considero esta obra como visonaria para el momento porque fue el primer artista en hablar de un tema tan controvertido como las «snuff movies», que luego tratarían otros como Alejandro Amenabar en «Tesis» 1996 o Joel Schumacher en «Asesinato en 8 mm» de 1999, y del que ya no se habla, sobre todo porque ha pasado de moda. Este artista canadiense ya tenía un renombre y todos querían trabajar con él, así que el actor James Woods no dudó por un instante en ponerse en la piel de Max Renn, el típico presidente sin escrúpulos de la pequeña cadena de televisión digital «CIVIC TV». También formaron parte del elenco Deborah Harry, la cantante del grupo «Blondie», que daba vida a Nicki Brand, una estrella radiofónica que acabará convirtiéndose en amante de Renn.

El papel de Brian O’Blivion, un especialista del medio televisivo cayó en la manos del famoso actor televisivo canadiense Jack Creley. Y Sonja Smits, que interpretaría a Bianca O’Blivion, la hija del analista catódico, tras este largometraje se refugió en el mundo televisivo donde llegaría a pasar por series como «Falcon Crest» y su carrera cinematográfica carece de más interés.

A Peter Dvorsky le encomendó el papel de Harlan y a Les Carlson el de Barry Convex. Ambos actores iniciaron así una fructífera relación con el realizador canadiense, ya que aparecerán en sus siguientes obras, entre ellas, «LA ZONA MUERTA».

VIDEODROMO es más que un divertimento, más que un film de ciencia ficción, todo porque posee varios niveles, y es lo que hace de ella una película novedosa, influyente y sobre todo una obra maestra del género, que incluso hoy en día muestra una dolorosa vigencia. Y por supuesto, le aleja de lo que llamamos el cine comercial de masas, pero hace que entre los aficionados al género sea una de las obras más influyentes de esta década, convirtiéndose hoy en día en objeto de culto.

En el primero encontramos la perdida de la identidad, el advenimiento de la «nueva carne» para dar
paso en nuestra sociedad a una nueva forma bio-tecnológica, que establece parte de su ocio en una exaltación de la violencia y de los desórdenes sexuales. Aquí entra en juego un importante dato biográfico de Cronenberg y que marcará gran parte de su carrera, es que hizo al carrera de medicina. En este caso se refleja en que por suerte o por desgracia Max encuentra el canal llamado «VIDEODROME» en el que emiten violencia explícita sin cortes ni montaje de ningún tipo. Tras visionarlo emite una señal que produce un tumor cerebral en el espectador, este se convierten en carne incontrolable que producirá en el espectador las
alucinaciones. Así que esta película habla una vez más de la confrontación entre lo tecnológico y lo orgánico, centrado en este caso en la capacidad de programar a los individuos, ahí radica su poder de crítica hacia los mass media catódicos, el poder de manipular el cerebro de los televidentes, sobre todo en el mundo sajón donde son capaces de acostarse con la televisión encendida. Pero en el caso de Max es más grave, porque al controlar al presidente del canal televisivo estás controlando a toda la audiencia del canal, así que los poderes fácticos usan l
os los mass media como medio para sembrar sus ideas en la audiencia, ese es el verdadero poder del medio catódico, que encima lo hace más real que lo real. Aquí entra en juego un nuevo personaje, Barry Convex, jefe de programas especiales de «Spectacular Optical», pero a parte de hacer gafas de bajo coste para el tercer mundo, sistemas de existencia de misiles para la OTAN, pero también hacen «VIDEODROMO» Él quiere exponer a todo el mundo, a cuantos más espectadores mejor, quiere infectar a toda la audiencia del canal. Así pasamos a la línea argumental de tintes
apocalípticos, donde Max Renn es el primer sujeto de la cadena de infección, el primer portador. Barry quiere grabar sus alucinaciones dice que con fines de investigación, pero en realidad quiere grabarlas para exponer al resto de la población, así que estamos ante la teoría conspirativa del largometraje. Donde las grandes empresas se deshacen de las pequeñas aniliquilándolas literalmente, ya que Convex programa a Renn para que se convierta en su brazo ejecutor y haga desaparecer a la competencia, quedando sólo en el mercado «Spectacular Optical», haciéndose con toda la audiencia. El propio profesor O’Blivion reconoce la batalla de la mente de Norteamérica se librará en la «VIDEOARENA».
Así llegamos a un segundo plano de significación del film, la dualidad realidad/ficción, el mundo de O’Blivion gobernado por las ideas, los libros, la inteligencia reflejada en el tablero de ajedrez que hay en una mesa, la religión y el mundo de Max gobernado por las televisiones, por el reflejo de la realidad, de la mundanidad. Ya el propio O’Blivion reconoce textualmente: «Después de todo, no hay nada más real que nuestra percepción de la realidad, ¿verdad?

Aquí nos topamos con la teoría de la caverna de Platón se puede adaptar a esta cinta tras finalizar su visionado. En ese momento el espectador se puede plantear la siguiente pregunta ¿lo que acabamos de presenciar es un reflejo de cómo ve el mundo Max o es el mundo real? Que además se mezcla con la dualidad entre el mundo real en el que domina la consciencia y se caracteriza por ser lento y doloroso, hasta ahí un momento en que Max lo califica textualmente: «el mundo es un auténtico pozo de mierda». Y el mundo ficticio o catódico que es rápido y puedes vivir las fantasías que pueblan por tu inconsciente sin ninguna repercusión. Te permite bajar a tus más bajos instintos y luego poder regresar a la realidad mundana habiendo satisfecho tus perversiones más violentas. Y deja abierta su obra aposta, para no tomar partido, y generar un campo de discusión tras el visionado del film.

Pero esto
nos lleva, a un tercer plano gobernado por el personaje de Brian O’Blivion, que fijaos se relaciona con el mundo mandando video cartas, y su hija es la pantalla de su padre, palabras textuales de Bianca. Aquí estamos en la meta televisión, la televisión dentro de la televisión. El debate que surge aquí es ¿algo es real por el mero hecho que salga en la televisión? ¿Dónde acaba su poder de verosimilitud? ¿Se puede materializar la realidad a través del mundo catódico? Hay que parar un segundo y recordad que este personaje sólo aparece en la televisión, nunca se muestra tal cual es, nunca le vemos de cuerpo entero a lo largo del film, siempre es mostrado a través de otros personajes como la presentadora en el coloquio o su hija, y encima nunca se deja llamar por su nombre real. Llegando a un punto en que la televisión es realidad, y la realidad es menos que la televisión. A partir de
aquí sólo tenemos esta teoría, en que lo único real es nuestra percepción de la realidad. Y termina de hacer aún si cabe más complejo la trama al contraponer dos conceptos el deseo sexual con la pornografía. Para satisfacer el deseo sexual, para satisfacer los instintos de la carne tenemos que recurrir a ella, ahí es donde surge su poder adictivo, porque cada vez que te expones necesitas cada vez cosas más duras, llevándonos a vivir en una sociedad sobre estimulada sexualmente, y donde la carne se impone a la mente. Cerrando así toda la trama filosófica del film.
También quedan los flecos o tramas secundarias como por ejemplo, el interés que suscita lo prohibido, surgiendo así un nuevo debate en el film ¿debemos prohibir la pornografía ya que sabemos que es adictiva? ¿El porno hardcore es apto para un consumo de masas? ¿Qué es lo que tiene la violencia que a todos gusta? ¿Deberíamos prohibir la exhibición de películas violentas? Otro aspecto lateral de crítica del film es la ausencia de diálogo en la sociedad global, fijaos que Brian O’Blivion utiliza como herramienta de diálogo el monólogo, luego no escucha, luego con él no
cabe la posibilidad de convencerle de ningún argumento. O el tema del desarrollo tecnológico, fijaos que Brian O’Blivion representa la evolución de la tecnología, la evolución del soporte físico, pasamos de una cinta de video a un soporte orgánico, el tumor que se instala en nuestro propio cerebro y posee la capacidad de crecer, característica que en el otro soporte no puede materializarse.
Como toda gran obra está sujeta a la interpretación del sujeto que la visiona. ¿Estamos ante un film de carácter conservador, o estamos ante un largometraje que busca un punto común desde donde suscitar un gran diálogo en torno al papel que juegan la violencia, la pornografía y los mass media en nuestra sociedad? Eso sólo lo podeís decir vosortos tras verla.

Pero la sensación de desazón, de angustia es obra tanto de las mórbidas imágenes de Cronenberg sumadas a la excepcional barroca partitura de tintes tecnos tan típicos del cine de terror de los 70, compuesta por su habitual Howard Shore, que conoce de sobra su tortuoso mundo y puebla de acordes dolorosos el
complejo metraje, donde no hay respiro para los tímpanos del espectador con sonidos a caballo de placer y el dolor. Como de los increíbles efectos especiales, para el momento, que llevó a cabo Rick Baker. Un año antes la Academia norteamericana le había otorgado el Oscar al mejor maquillaje por la película de John Landis «un hombre lobo americano en Londres». En este film creo momentos tan impactantes como cuando Max se abre para ser programado o cuando se convierte en un arma biológica al fundirse la pistola con su brazo. Pero hay más, la fantástica ambientación de claro/oscuros con la fotografía constantemente a Max y sórdido ambiente en el que habita y satisface sus instintos.
Y para finalizar quería dar unas últimas pistas, por si se os ha pasado por alto, Cronenberg dentro de la trama de infectados con aires apocalípticos se permite realizar un homenaje al film de Romero «La noche de los muertos vivientes» al situar la señal del canal «VIDEODROMO» en la ciudad de Pittsburg. El tema de la perdida de la personalidad es muy importante a lo largo de toda su filmografía, lo ha tratado en «Spider», «Una historia de violencia», «Butterfly», «Inseparables», «Scanners», «Vinieron de dentro de…» entre otras. Los experimentos científicos también son una constante al igual que la tecnología versus lo orgánico, vease «Existenz» por ejemplo.
Si teneís alguna consulta más mandarme un mail, espero asistir aunque sea por escrito al videoforum, me encantaría ir, pero los kilómetros mandan. Eso sí, has consiguido Miss Darko que tras haber visto por enesima vez Videodromo, que mi transformación vaya a completarse, así que a partir de ahora en la blogosfera seré conocido como Max Renn…Larga vida a la nueva carne.