Este año la película encargada de clausurar la quinta edición de la muestra de cine fantástico «SCIFI» que se celebra en Madrid fue «LA NIEBLA»
Dirigida por el único director norteamericano que es capaz de navegar con soltura por el universo del escritor Stephen King, hablo de Frank Darabont, ya que esta es la tercera ocasión en la que adapta un relato del afamado novelista de género tras «La milla verde» y «Cadena perpetua». Por cierto, no confundir con el clásico de John Carpenter «The fog», que en castellano posee el mismo título. Lo único que tienen en común es el elemento climatológico. Si buscáis la versión de Carpenter, que sea con cuidado, ya que existe un remake malo como la carne de vampiro, así que estáis en lo cierto hay tres películas con ese nombre. Como es habitual la acción se sitúa en el pequeño
pueblo de Maine, cuando estalla de repente una violenta tormenta que termina tan bruscamente como comenzó. Entonces, aparece una espesa niebla que cubre todo el pueblo, atrapando a la gente y matando a todo aquel que se adentra en su oscuridad.
Estamos ante un film de corte absolutamente fantástico con tintes apocalípticos, interesante con momentos brillantes. Habla de cómo se puede desintegrar la sociedad, sobre todo en momentos de gran presión. Cómo se alteran la escala de valores y creencias, ahí es donde surgen los excesos de la religión, como ante la adversidad y los fenómenos naturales que el hombre no es capaz de conocer o comprender, este acaba abrazando la religión con lo ojos cerrados como si fuera su única tabla de salvación. Os decía que este director es uno de los pocos que comprenden bien el universo del escritor norteamericano, la clave creo que reside en que se refugia en los
personajes mejor construidos, y en torno a ellos contruye su guión y todo el metraje. Lo más inquietante de esta película es que es un mal viaje al interior del alma humana, a los entresijos de nuestro lado oscuro como seres que somos. Lo despiadado que podemos llegar a ser. Posee mucho de la filosofía de Ortega y Gasset, aunque dudo mucho que Darabont o King le conozcan. Cómo se comporta la masa, cómo se despersonaliza el individuo en ella, y sobre todo ¿quién dirige esa masa descontrolada? Ahí es dónde radica el principal problema. Los que vayan esperando una sesión gore, están equivocados, es una película de personajes, muy teatral. Básicamente toda la acción se desarrolla en el interior de un supermercado. En este film pierden importancia tanto los efectos especiales como la hemoglobina, y ganan
los perfectos y medidos encuadres, los actores y una poderosa banda sonora que es muy inquietante, obra de Mark Isham.
Construida como todo un homanaje a las películas de serie B, en su reparto encontraréis actores como Frances Sternhagen, a la que recordaréis de «Atmosfera cero» o Chris Owen de la saga «American Pie» Pero de entre todos ellos brilla con luz propia y se adueña de toda la película la actriz Marcia Gay Harden, que compone a una Mrs. Carmody perfecta, y que se convierte en el verdadero motor de la trama, y lleva todo el peso de la crítica sociológica y psicológica de la cinta. Está genial y exhuberante, no os lo podéis imaginar. Pero con todo lo valiente que ha sido el director hasta ese momento y que ves que apuesta fuerte llegados al desenlace, va y toma por la tangente se desdice de todas sus tesis como bien opina nuestro lector Kike de «Poder friki» y tira por la borda casi dos horas de buenos planteamientos críticos. Aún así la película es buena, para ser de corte apocalíptico, no es ñoña como otros casos que pronto llegarán a nuestra pantalla, y de los que hablaremos largo y tendido. Pero apasionó mucho a los que la pudimos ver en aquel momento, si no leed al Doctor Zombie que sabe mucho de estas lindezas apocalípticas.
Web oficial: http://www.themist-movie.com/
TRAILER «LA NIEBLA»
De la siguiente película ya hemos hablado en VIDEODROMO a lo largo de esta semana, y hoy pasamos a criticar, hablo de «LA RONDA DE NOCHE»
. El año 1642 significó un punto de inflexión en la vida del célebre pintor holandés, Rembrandt, al pasar de figura respetada y próspera a indigente desacreditado. Ante la insistencia de Saskia, su esposa embarazada, Rembrandt ha aceptado a disgusto pintar la milicia de arcabuceros de Ámsterdam en un retrato en grupo que más adelante será conocido como ‘La ronda de noche’. El pintor no va a tardar en descubrir la existencia de una conspiración que se está tramando entre los mercaderes de Ámsterdam que encarnan a los soldados en maniobras, con miras a obtener ventajas financieras y poder personal en la –en aquellos tiempos- urbe más rica del mundo occidental. Rembrandt se topa con un crimen horrendo.
Este es el argumento a grandes rasgos de este film que supone un retorno a sus orígenes, es decir a «El contrato del dibujante», donde recordaréis que la trama es muy parecida. Esto es debido sobre todo a que ni la crítica ni público ha comprendido, según el mismo nos contó sus experimentos como videojockey, ¿a saber como era ese trabajo? yo no os puedo decir. Estamos ante una película que es buena, es cine, es un cine especial, donde obliga a los actores a estar quietos como si se trataran de personajes de un cuadro, con una puesta en escena de marcado carácter teatral, es muy intelectual y busca respuestas a los muchos misterios, interrogantes, y enigmas que se
esconden en el lienzo. En donde cada encuadre es un homenaje al pintor holandés. Todo ello aderezado con una soberbia partitura que guía emocionalmente al espectador con sobriedad y elegancia. Acordes de marcado carácter minimalista, escritos por Wlodzimierz Pawlik. Lo que le chocará a más de uno es encontrarse actores como Martin Freeman, que viene de trabajar en films como «Ali G» o «Love actually» a componer bajo las órdenes de Greenaway a un Rembrandt
van Rijn conmovedor en muchos casos, recayendo sobre sus hombros toda la responsabilidad del film, porque este personaje no deja de ser el eje vertebrador de la trama, así como el alter ego de Greenaway donde expresa sus dudas sobre el pintor y su forma de ver la pintura, haciendo reflexiones sonbre lo que es el color o la luz. Así que si has llegado hasta aquí sólo me queda decirte una cosa, como bien dice Mónica Darko, este no es uno de esos directores de «es obligatorio el visionado», pero, pero, pero es una ocasión de ver un film en una sala oscura con pantalla grande, donde ya te he dado pistas sobre todo lo que has de saborear, porque en ello se recrea el director británico Peter Greenaway. Y por cierto, desde lugo no es una obra maestra, pero esta realizada con mucha maestría a pesar de lo lenta que pueda ser, pero es debido sobre todo a la arriesgada puesta en escena como antes os comentaba.