
Todos los comienzos suelen ser duros y difíciles pero el de Sylvester Gardenzio Stallone, más conocido como Sly, el semental italiano o simplemente Stallone, fue por demás. Este actor nacido en la ciudad de Nueva York el 6 de julio de 1946 en el famoso barrio de Hell’s kitchen, que podríamos traducir como “la cocina del infierno” se formó en el American College de Suiza y cursó sus estudios superiores en la Universidad de Miami. Fue en esa época, concretamente en el año 1970, donde intervino en su primera película. En él no tenía ni la más simple línea de diálogo, pero os puedo prometer que puso toda la carne en el asador, el film según IMDB se llama “THE PARTY AT KITTY AND STUD’S” pero también lo podréis encontrar bajo el título de “ITALIAN STALLION” o «WHITE FIRE».


Se trata de un largometraje “porn-soft” pero subidito de tono, en el que Kitty y Bill son una pareja con problemas conyugales, y ella tras conocer al semental italiano, se entrega en cuerpo y alma a los placeres de la carne, y así da comienzo un viaje iniciático de búsqueda de identidad, que posee toques absolutamente surrealistas y expresionistas. Os lo prometo, posee unos decorados que ni el mismísimo Dalí. El que quiera que la visione. Por cierto, lo mejor son los títulos de crédito iniciales, porque son todo un homenaje a la cartelería modernista y a la francesa del periodo de entreguerras.

La actriz Henrietta Holm hace lo que puede con un papel de esos para pasar a a posteridad, que posee muchas reminiscencias de «Los amantes de lady Chatterley» de D. H. Lawrence, pero en versión liberación femenina años ochenta. Es un film que posee un marco conceptual cercano al porno soft desarrollado por el cineasta holandés Paul Verhoeven en sus inicios como «Delicias turcas», etc, o del británico Ken Russell, pero en este caso con tintes más norteamericanos, vamos sin tanto esteticismo o florituras eróticas, en síntesis, que va más al grano como bien podéis apreciar en las imágenes.





La acción está narrada en flashbacks, así que este recurso hace que la película se vea lastrada y que parezca que la acción no va a ningún sitio. Se reitera mucho en los conflictos de personalidad de Kitty. Además, la música que mezcla sintetizadores tan típicos de los 80’s con la guitarra española, hace que sea un tanto insufrible. Así que hay que tener aguante. Lo mejor sin duda es el desenlace del film, porque esta película porno posee trama, aunque no os lo podáis creer, y he de reconocer que el final me sorprendió, va spoiler: “ella está muerta” Vamos, que casi me rompo la caja torácica.

Hay que resaltar también la fuerte influencia del movimiento psicodélico y de la blaxploitation en una secuencia que da verdadera verguenza ajena, porque más que una orgía parece que juegan al corro de la patata. En cuanto a Stallone, sólo aparece en la secuencia de apertura y otras dos más, eso sí, le veréis echar hasta sus jugos seminales,. Pobre Sly, lo que tiene que hacer uno por triunfar en la meca del cine. Además. tanto el maquillador como el peluquero de la cinta parecían odiarle, porque salía con unas pintas hererederas del lider del grupo de heavy metal «Kiss»



Por cierto, no sale acreditado en este largometraje por ninguno de sus alias o nombres, al igual que el director también se cambió el nombre. Lewis Morton firma como…

En ese mismo año intervino en un film llamado “No Place to Hide” donde interpretaba a Jerry Savage, pero no os puedo dar más datos porque aunque he hecho todo lo posible por encontrarlo, pero no lo he conseguido. Así llegamos, a 1971 donde consiguió otro papel, este con más enjundia, porque era todo un homenaje al cine cómico mudo, todo gracias al realizador norteamericano Woody Allen, que le brindó la oportunidad de interpretar a un ladrón en el metro de la Gran Manzana, protagonizando una secuencia que a pesar de carecer de diálogos es para morirse de la risa, y posee una gran carga irónica, todo esto ocurre en el film “Bananas”.


Esta secuencia tiene lugar en el primer tercio del film. Allen tras salir de una tienda de comprar unas revistas porno se mete en el metro, y allí tiene lugar esta delirante secuencia llena de todo el típico humor judío, socarrón y con mala uva. Esta aparición es más breve que su relación carnal con Kitty, duró sólo 35 segundos y a diferencia del caso Sigourney Weaver, él no sale acreditado al final del film.







En muchas biografías podréis leer que este es su primer papel reconocido. Pero, tuvo que esperar hasta 1976 para que la industria del cine le encumbrara hasta lo más alto gracias al su eterno papel de “Rocky”, largometraje dirigido por John G. Avildsen, y que obtuvo tres estatuillas doradas: mejor película, dirección y montaje. Eso por no hablar de su rentabilidad, ya que la rodaron en 28 días con un presupuesto bastante modesto, 1,1 millón de dólares, y recaudó más de 115 millones de dólares solo en Estados Unidos. Además, puede que sea una de las franquicias más rentables de todos los tiempos ya que ha visto cinco secuelas. De esta manera queda en el olvido unos inicios muy tortuosos, llenos papeles sin un mísero diálogo, pero en los que enseñaba de todo. Pero sus fans tuvieron que esperar hasta 1993, fecha en la que rodó el film futurista «Demolition man», para volver a disfrutar de su cuerpo, porque sale desnudo en laos títulos de credito y en la escena de la deshibernación. Pero todo hay que decirlo, en esta ocasión Miss Bullock no disfrutó de sus carnes como Henrietta Holm o Sharon Stone en la famosa ducha de «El especialista»




