Esta semana Victor ha acudido a ver una de las películas que más tiempo ha estado este otoño en cartel aquí en los Estados Unidos, por lo menos en la costa este, donde un servidor reside. Ha estado casi un mes y medio, y ha desbancado a la pobre Carriers (Aka Infectados) por estos lares. Quiero llamar vuestra atención sobre un dato, ¿no os habéis fijado que la mayoría de las franquicias de género poseen una de sus partes en 3D? Desde Kruger, pasando por Tiburones, y acabando con Halloweenes. Es curioso. En fin, una semana más os dejo con Victor Guybrush que es la firma invitada y sus retinas ensangrentadas han visto «DESTINO FINAL 3D«. A la batuta de la orquesta David R. Ellis que puede jactarse de tener en su currículo el haber dirigido ese pedazo de película que es «Serpientes en el avión« ¡Qué gran largometraje! Todo un clásico de la serie B contemporanea a rescatar. En la que Julianna Margulies y Samuel L. Jackson hacían una encomiable labor artística. Y espero que nadie se tome a coña el comentario que acabo de realizar. Lo digo totalmente en serio. Escribe la historiaEric Bress, basándose en los personajes creados por Jeffrey Reddick. Bress puede decir alto y claro que suya fue «El efecto mariposa». Así que presentados todos y situados ya, podemos ir al grano.
Mientras disfruta de una carrera de la Nascar en compañía de su novia y sus amigos, Nick O’Bannon tiene una premonición: un terrible accidente tendrá lugar en el circuito llevándose por delante la vida de decenas de persona, incluida la suya y las de sus amigos. El bueno de Nick, anticipándose a la catástrofe, logra arrastrar a un grupo de asistentes al evento fuera del recinto del circuito poniéndolos a salvo, pero es solo el principio del fin: uno a uno, más temprano que tarde, La Muerte les va a dar caza.
Si hacemos caso al dicho y concedemos que “segundas partes nunca fueron” ¿qué vamos a esperar de las cuartas partes aun cuando son en tres dimensiones? Destino final 3D ni siquiera llega a ser más de lo mismo que sus predecesoras. Lejos queda ya la angustiosa escena del accidente de tráfico masivo de la segunda parte; esta vez la rocambolesca actuación de La Muerte apenas llega al gore light de las anteriores películas, y las imágenes explícitas de muertes, que predominaba en anteriores entregas, desaparece casi en su totalidad, y para rematar apenas hay escenas angustiosas.
El 3D, el gran atractivo y reclamo de la película, tampoco se salva de la quema. Unas cuantas cosas saltan a la cara del público, o aparecen de pronto desde un lateral, pero en realidad las tres dimensiones se quedan bastante cortas para lo que se supone que debería ser una revolución del cine. Y aun así, en comparación con otros elementos de la película, es de lo más digno.
Porque ¿qué guión se puede esperar de un producto como este? Sí, eso es: uno bastante pobre. La historia es anodina, las muertes muy poco imaginativas e incluso ya vistas; no hay suspense, tensión o mal rollo en general, e incluso cuando parece que la cinta va a dar un giro hacia el humor y la auto-parodia da la impresión de que los guionistas se acojonan y no aprovechan ese camino que podría haber convertido la cinta en una interesante experiencia irreverente y pasada de vueltas.
Los actores no son nada del otro mundo pero al menos cumplen su función de no molestar y morir cuando deben. Mención especial para Mykelti Williamson, curtido en mil batallas y conocido sobre todo por su papel como Bubba en Forrest Gump. Algunos personajes, como el del racista sureño que se emborracha y escucha heavy metal, podrían haber dado mucho juego, pero quedan desaprovechados en favor de los anodinos protagonistas, unos chavales muy guapos pero planos y sin gracia. El intento más potente de dar relieve a los personajes está en nuestro amigo Williamson y su alcoholismo, pero se queda en una anécdota.
Destacables son, por sacar algo positivo del film, las referencias, conscientes o inconscientes, que aparecen durante todo el metraje: las tres anteriores cintas de la saga tienen un sitio privilegiado en el corazón de ésta, lógicamente, pero además resulta curioso ver homenajes a, por ejemplo, una escena de Resident Evil (que, al mismo tiempo, homenajeaba una escena de Cube) y un relato (asqueroso y recomendadísimo para pasarlo mal) de Chuck Palahniuk llamado “Entrañas”. El final de esta película es una de las más curiosas coincidencias cinematográficas que os podéis echar a la cara ahora mismo. Seguro que Tarantino aplaudió al verlo.
En definitiva, “ni chicha ni limoná”. Si los seguidores de la franquicia van a colmar sus expectativas, ni los que busquen gore encontrarán aquí algo que les satisfaga, no digamos ya cualquier otro tipo de espectador.
Dedicado a Tatiana C., espero que te guste el tema de la Mondragón, es todo un clásico.
Este año desde EEUU os propongo un plan al que muchos os costará renunciar de lo bueno que es. Si estuviera en Madrid sería el primero de la cola. Sabéis que puntualmente el canal digital Calle 13 organiza un mítico maratón catódico de cine de terror, y que se puede ver año tras año en la famosa noche de Halloween. Pues bien, este año da el maratón da el salto a la pantalla grande. Así el mítico canal Calle 13 convoca un maratón de cine de género y un concurso de disfraces para celebrar esta festividad dedicada a los difuntos y otros extraños seres que pueblan la noche.
Todo un gran plan para pasar la noche de Halloween.
Que mejor manera de celebrar el Halloween que viendo el día 31 de Octubre, un maratón de los clásicos de terror de la Universal. ¡Díos! Me muero de la envidia. Un servidor se irá afilando los colmillos mientras otros podéis acudir a la cita. Lo que está claro es que todos ansiamos el estreno de esa nueva revisión del hombre lobo protagonizada por Benicio del Toro y Anthony Hopkins. Y que esta cita no está nada mal como aperitivo.
EL HOMBRE LOBO-VERSIÓN 2010- Trailer [HD]
El evento tendrá lugar en los cine Kinepolis de Madrid a las 20.30 horas. Momento en el que arrancará con la proyección de Frankenstein, con Boris Karloff interpretando a esta criatura monstruosa surgida de la mente atormentada de un científico empeñado en crear vida de la muerte.
FRANKENSTEIN – 1931 – TRAILER
A continuación, a las 22.00 horas, se podrá ver en la pantalla grande el Drácula que hizo inmortal a Bela Lugosi como el primer icono de masas del personaje literario creado por Bram Stoker y que aún hoy sigue siendo referente de las más modernas, y tan de moda, historias de vampiros.
DRÁCULA (1931) Trailer
Cierra el maratón, a las 23.50 horas, El hombre lobo, una película que contribuyó a forjar la leyenda del licántropo, un personaje recurrente desde hace siglos en diferentes culturas de todo el mundo y que todavía hoy es protagonista de novelas y películas. Para los que sigan este maratón vía catódica el ciclo se completa con la emisión de La novia de Frankenstein a las 23.30 horas y La momia a las 01.55 horas.
EL HOMBRE LOBO – Trailer-1941
Así que el plan que os propongo es inmejorable porque la entrada es gratuita hasta completar el aforo de la sala. El único requisito que se os pide es ir disfrazado de uno de los personajes míticos del género. Los disfraces que podrán acceder al concurso deben estar relacionados con las películas anteriormente mencionadas y que integran el maratón, es decir: vampiro/vampiresa, Frankenstein/novia de Frankenstein y hombre/mujer lobo. Antes de la proyección de la última película se anunciarán los tres ganadores del concurso, uno por categoría. Y que obviamente serán los que resulten ser más terroríficos. Para poder participar será indispensable hacerse una fotografía en el lugar indicado para ello, dentro del hall del cine, antes de entrar a la sala.
ORQUESTA MONDRAGON – Ponte Peluca
Así que como decía Javier Gurruchaga, ponte la peluca y a los Kinépolis a pasar una noche con los clásicos haciendo mil y un audiocomentarios. Por aquí, para poner los colmillos largos a terceros, que eso se me da muy bien, ponen en el Student Union la franquicia completa de Harry Potter de lo que se lleva estrenado, es decir hasta «El principe mestizo». Pero creo que rechazaré la oferta y acudiré con mi disfraz a una fiesta en Provincetown, que están muy locos y son muy divertidas. Os deseo una gran noche de Halloween a tod@s, tengo un presentemiento, será una gran noche estéis donde estéis y hagáis lo que hagáis, porque lo importante es estar con los amigos y nuestros seres queridos (se os echa de menos), a todos ell@s…
La franquicia SAW es como la Micebrina, sólo que en lugar de una al día, es una al año. Así que puntualmente ha llegado la sexta entrega, que arranca justo donde la dejamos hace justo un año. El Agente Special Strahm está muerto, y el Detective Hoffman ha aparecido como el incuestionable sucesor del legado de Jigsaw. Sin embargo, y a medida que el FBI se acerca cada vez más a Hoffman, éste se ve forzado a poner en marcha un juego y por fin el gran plan de Jigsaw adquiere sentido. El film lo dirige el que ha sido el montador de toda la saga hasta el momento, hablo de Kevin Greutert y que fue el asistente de Richard Kelly en “Donnie Darko”.
¡Qué dolor de cabeza me provoca Jigsaw!
Uno creía, porque había leído hace un año, que esta franquicia era una sexalogía, así que entré en la sala pensando que era el último capítulo. Pues no. Sus guionistas Marcus Dunstan y Patrick Melton, que lo son desde la cuarta entrega, han dejado un final abierto, y en IMDB uno puede ver que están ya en preproducción de la séptima. Esto ha sido lo que peor me ha sentado, porque no os voy a engañar, el film me sorprendió, os lo prometo. Últimamente los guionistas andan muy ocurrentes, y si Sam Raimi daba cera a los bancos con el asunto de las hipotecas en “Arrástrame al infierno”, Dustan y Melton le dan caña a las compañías sanitarias privadas. Así, Jigsaw se convierte en un feroz defensor de la sanidad pública, me quedé en clavado en la butaca con la propuesta de la película. Por ese motivo le voy a subir una estrella mi calificación. Obviamente, a parte de esto que os he comentado, es una más de la saga, sin grandes novedades, y no comprendo nada de lo acontecido en España.
Mi propuesta como próximo consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid.
El pasado 23 de octubre me llegó un escueto comunicado del departamento de prensa de Buenavista, filial de Walt Disney, en la que se me comunicaba que estreno previsto para viernes 23 de octubre ha sido suspendido por razones de calificación que había sido recurrida y que andaban a la espera de su resolución. La calificación otorgada por el ministerio que dirige Ángeles González-Sinde (más conocida en la red como la menestra sin descargas) a través del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales), ha sido de película X. I can’t believe the news today, me dije. Un largometraje puede obtener esta puntuación por dos motivos, bien porque su contenido sea pornográfico, y sobrepasa la línea del erotismo, o por hacer apología de la violencia. Con la normativa vigente, la cinta solo podría ser exhibida en salas destinadas a tal fin. Encima, la distribuidora tenía pensado estrenar el film con 300 copias. Tened la certeza de que ese número supera al de las salas destinadas a tal fin en toda España, eso sin hablar de lo que un espectador común se puede encontrar en dichos locales de exhibición, que obviamente le podría herir la sensibilidad, y esta vez sería de verdad.
Peter Outerbridge, que intepreta a William, es una suerte de Güemes.
En EEUU, el estreno ha pasado sin pena ni gloria. El film ha obtenido la calificación de R (Restricted), que conlleva presentar en el momento de la compra de la entrada un documento identificativo (pasaporte, carnet de conducir, etc) que acredite la mayoría de edad del espectador. Si esto se hiciera en España, pues no pasaría nada, y el adulto que quiera comer lentejas que sea libre de hacerlo, que unos cuantos hay.
La vida es una tómbola, tom, tom, tómbola.
Os prometo que no he visto nada novedoso y sobre todo que no haya visto en otras de la saga. Es más hasta os diría que al haber más crítica política da menos tiempo a asesinatos, y los que vemos posee un nivel cotidiano de violencia. ¿Cuál es el motivo por el que no calificaron “9 songs” cuando se ve explícitamente al actor realizar un coito con final a lo grande? ¿Y la propia película escrita por la menestra «Mentiras y gordas«? A mí me puede parecer en un momento dado (que no lo es) más obsceno ver a Mario Casas repartiendo extasis en una disco como si se tratara de un cura repartiendo la comunión del domingo tras la apertura del tercer ojo en un cuarto oscuro de una disco. Así que creo que la persona que puso la calificación tanto si era hombre o mujer, estaba sensible ese día o estaba testiculando u ovulando, a saber.
Uno que anda ya curtido en esto del splatter ha visto “Martyrs” o «À l’intérieur”, que son mejores films, sin dudarlo y que hacen que SAW VI sea un juego de niños. No acabo de entender la decisión del sacrosanto Ministerio de Cultura, que se ha equivocado radicalmente, one more time, para desgracia de unos, Buenavista, y de otros, los fans de la saga. No hay nada más atractivo que lo prohibido, y harán que SAW VI en España sea el film más descargado de la historia de Internet. Este es un film para los fans, y nunca se me ocurriría recomendarla a alguien que no lo sea, al igual que hice con SAW V, porque ya entonces la trama me parecía harto insostenible, y desde luego esta entrega carece de la menor verosimilitud. Que estos dos guionistas se atrevan a decirme que todo lo visto por mis preciadas retinas en la sexta entrega estaba planeado ya en la primera, no se lo cree nadie.
A esto hay que sumar que la acogida en ha sido fría, éramos tres espectadores en una sala enorme, de uno de los cines más famosos de Hartford. Aquí la película del momento no es otra que “PARANORMAL ACTIVITY”, y como bien podéis comprender la sexta entrega se ha pegado en el Box Office un fenomenal batacazo. Parafraseando a Jesús Hermida: “se oye, se dice, se comenta”, que esta derrota puede significar el principio del fin para lo que había sido esta lucrativa franquicia de Lionsgate, a pesar de que esté en marcha SAW VII con la tecnología 3·D.
Al rico puré de policía
Lo que es obvio es que la franquicia no pasa por su mejor momento a tenor de la fría acogida en la taquilla recibida aquí en los Estados Unidos sumado al problema de las salas X en España. La señora González Sinde, adalid de la lucha contra la piratería en España, debería ver lo que firma, y pensárselo dos segundos, dos. Que bajo la apariencia de progre se encuentra una persona que rebosa moralina por los cuatro costados, y para botón de muestra el que quiera que visione su gran guión llamado “Mentiras y gordas”. Os prometo, no hay nada nuevo bajo el sol, esto es más de lo mismo, y que los más morbosos del barrio apaguen motores, que esta no es su película, que todo lo que se ve ya lo hemos visionado con anterioridad. Y sin que sirva de precedente me voy sumar a la opinión del crítico de «La razón«.
Esto va pa lante como los de alicante, VII, VIII, IX y lo que rondaré
Una de las series que marco un antes y un después en la comedia televisiva en la década de los ochenta fue «CHEERS«. Creada por James Burrows, Glen Charles y Les Charles fue un auténtico bombazo catódico, que traspasó fronteras y se hizo con los corazones de medio mundo, debido sobre todo a lo cotidianeidad de sus tramas, sus personajes tan bien perfilados y psicológicamente retratados, con los que el espectador podía identificarse con suma facilidad, y un reparto sabiamente elegido. Así teníamos desde el chico guaperas, amable y trabajador de Ted Danson, a la chica del lugar, inteligente, sensata y guapa, interpretada por Shelley Long, o cómicos emergentes como Woody Harrelson o Rhea Perlman, actual esposa y musa del cómico Danny De Vito, sin olvidarnos de un actor de carácter, que siempre ejercía de secundario y que esta serie le dio todo un gran espaldarazo, hablo de George Wendt.
TÍTULOS DE CRÉDITO-CHEERS
Localizada en la ciudad de Bostón, se trata de un pub regentado por Sam Mollone, y en el que se daban cita toda uan serie de personajes pintorescos, el mayor sin duda era Norm. Es más, siempre se sentaba en el mismo sitio al final de la barra. Quién no recuerda el mítico: Nooorm! Pues bien, justo en frente del mítico parque público de la ciudad de Boston, allí se encuentra la verdadera localización de este serie. Situado en la barriada de Bacon Hill, en la esquina entre Bacon Street y Brimmer Street, justo en los bajos de un típico edificio de viviendas familiares de Hampshire, allí se encuentra esta cervecería que sirvió de inspiración para la creación de esta mítica serie de televisión.
Fundado en 1969, este local era antes conocido como «The bull & Finch» que podríamos traducir como «el toro y el pinzón (variedad de pájaro)», y es el típico sitio donde los camareros saben tu nombre, y sirvió de inspiración para crear la serie. Es más, en 1982, año en que se emitió el piloto, el Boston Magazine lo eligió como el mejor pub del vecindario.
Es excitante la sensación de bajar esas escaleras para pasar el umbral de la puerta y sumergirte de lleno en este particular mundo, al igual que lo hicieron los productores de la serie cuando andaban buscando una localización que describiera el modelo de bar americano.
Se dirigieron a Boston porque es una ciudad famosa por sus equipos deportivos (Red Sox o los New England Patriots ), pubs coloridos y un marcado ambiente político. Después de visitar muchos lugares, los productores volvieron a «The bull & Finch» y dijeron: «Este es el sitio». Así nació el 30 de septiembre de 1982 esta mítica leyenda catódica, una de las telecomedias más longevas y que está ya en el acerbo cultural de los televidentes de medio mundo.
Al igual que pasaba con Mystic Pizza, sus paredes están llenas de recuerdos de la serie, caricaturas de los personajes principales, de autógrafos de sus protagonistas, y sobre todo de los míticos Red Sox.
Inclusive si llegáis hasta aquí y entráis en este mítico lugar podréis ver que al final de la barra hay un sitio reservado como no podía ser de otra manera, gracias a la enorme generosidad de Sam Malone, regente del lugar, y no es otro que el asiento de Norm.
Y lo siento, sé que este sitio es bastante grande, ya que puede albergar hasta 195 personas, y posee un patio adyacente con capacidad para otros 75 asientos. Pero de todos los sitios no pude resistirme a sentarme en la baqueta de ¡Nooorm! Lo reconozco fue puro fetichismo catódico.
Una aclaración, en 2001, tras el enorme éxito suscitado tanto por la serie como por la gran cantidad de visitas que tenía esta localización, Tom Kershaw (dueño del pub) se le ofreció la oportunidad de hacer una ampliación de la cervecería, así en la esquina adyacente surgió el “Sam’s Cafe at Cheers”. Pero también hizo una réplica en el Faneuil Hall Market, justo en frente del famoso Quincy Market. Así estos tres lugares, son una verdadera sinergia comercial, y hoy en día son tres máquinas de hacer dinero, donde podréis encontrar todo tipo de merchandising y souvenirs de la mítica serie, y que podéis adquirir vía internet visitando su página web. Pero lo importante es entrar, sentarte y disfrutar de una cerveza, comerte la típica hamburguesa americana o tener una buena charla sobre deporte, política y amistad.
La sede de Cheers en Faneuil Hall
CHEERS
Y para finalizar, no debéis olvidar que esta serie fue la primera en crear lo que hoy todos conocéis como spin-off, es decir, que había un personaje posee tal entidad, tal carisma y tanta fama, que dio lugar a otra, así el actor y cómico Kelsey Grammer, se vio beneficiado del éxito y disfrutó de otra longeva serie, hablo de la mítica «Frasier«, que se centraba en el mítico personaje del doctor Frasier Crane.
FRASIER
Corrección al texto: Como bien apunta mi estimado JMongil hay una errata en el texto. Posiblemente el primer spin-off sea la serie «Los Roper» nacida de la célebre telecomedia británica de la productora Thames llamada «Un hombre en casa», y no «Frasier» como explicaba en el texto.
Kike, que habita en PODER FRIKI, es todo un gran amante de los universos con entidad propia, ricos en fantasía y por supuesto gran fan del desaparecido actor australiano Heath Ledger, y del inclasificable Terry Gilliam, director entre otras de esa obra de culto que es “Brazil” o “12 Monos”, sin olvidarnos de la maravillosa “El rey pescador”. Por eso es la persona indicada para acudir al pase de prensa de “EL IMAGINARIO DEL DOCTOR PARNASSUS”. Así que hoy os dejo con la firma invitada de Kike y su comentario sobre el último trabajo de este surrealista director británico.
En medio del deprimente Londres del siglo XXI, un carromato tirado por caballos despliega su carnavalesco espectáculo. Es el imaginario del «Doctor Parnassus»… a través de cuyo espejo el visitante se adentra en un lugar donde deberá enfrentarse con sus más ocultos sueños, deseos y pesadillas.
Esta claro que género fantástico necesita un soplo de aire fresco, tras años de imitar a niños magos, guerras galácticas y anillos maléficos. Ha llegado un punto en el cual parece que estas películas se producen en una cadena de montaje, con el único interés de sacar beneficio rápido. Terry Gilliam, sin embargo, utiliza la fantasía con el único y triste propósito de escudarse en ella, como una tortuga bajo su caparazón. Hay un claro deseo de adentrarse en mundos sorprendentes, sí, pero no para fascinarse con lo que descubra allí, sino para huir del planeta Tierra. Y esto también es un gravísimo error.
Ya en su versión de «Las aventuras del Barón de Munchausen» se planteaba todo el filme como una absurda lucha entre la imaginación contra la razón. Las mentiras del Barón parecían más válidas que toda la guerra que estaba teniendo lugar. Al final, no sabíamos que partes del relato eran «ciertas» y cuales no. Y tampoco importaba demasiado. En definitiva, la perspectiva del discurso resultaba deprimente y poco creativa, al asumir que la fantasía debe estar enfrentada por definición con la propia realidad.
Sin embargo, en la menos conocida «Baron Prasil» (adaptación de Karel Zeman de la misma historia) el protagonista es un astronauta moderno que encuentra en la luna a los personajes de Julio Verne. Las aventuras que vive son divertidas y descabelladas, pero nunca se desprecia el suelo que pisamos… Barón y cosmonauta no son enemigos, sino amigos, pues es la imaginación la que hace avanzar el progreso y la ciencia quien mira con respeto y ternura los mitos del pasado. Es como la guapísima muchacha que siempre sube al mismo autobús que nosotros y con la cual no nos atrevemos a cruzar palabras, por miedo a que el hechizo quede destruido. Pues bien, conocer a esa chica misteriosa no la hará estallar en mil pedazos como si nos chocáramos contra un espejo: la transformará en un maravilloso ser de carne y hueso. Quizás no sea igual que la sílfide de nuestras ensoñaciones que pero sí que será REAL y esto la hace, automáticamente, mucho mejor.
Pero centrémonos en las peripecias del Doctor Parnassus: estamos ante una cinta extremadamente irregular, que alterna partes imaginativas y fascinantes con fragmentos tediosos, incomprensibles y absurdamente crueles. Algunos aciertos son ese Lucifer de caricatura, vestido como un gangster de los años 20, o la idea de que la magia más poderosa se oculte tras un cutre pedazo de papel albal. Pero seguir un argumento con tantísimas lagunas acaba resultando agotador. No es nada fácil identificarse con personajes cuyas motivaciones son tan oscuras y mutables. Ni tampoco es sencillo «entrar» en un universo que, por mucho que se nos prometa místico, carece de reglas propias… ¿Como es de grande ese lugar y hasta que punto importa tu propia personalidad mientras permanezcas en él? ¿Pueden de verdad morir aquí dentro los personajes? ¿Por qué correr, saltar o combatir? ¿Cuenta EN SERIO tu habilidad física? ¿Cómo se sale de este sitio? ¿Si es tan fácil tomar las elecciones morales, cómo es posible que alguien fracase?
Otro dato importante: desconfiad profundamente de cualquier película en la que Colin Farrell tenga un papel relevante. Yo ahora mismo no recuerdo ni uno solo de sus personajes que me haya resultado simpático. Esta información viene al caso puesto que el segmento que protagoniza el actor resulta ser el PEOR de los episodios que conforman el filme.
Aclararé que lo más triste de este experimento no es que pueda parecernos demasiado extravagante o pesado. Lo más triste es el desprecio al trabajo de Heath Ledger. Puesto que en su personaje tenemos al típico «bala perdida» destinado a redimirse al final, pero que por motivos obvios no será así, porque falleció el actor durante el rodaje de esta película. Se nota que el intérprete trabajó duramente el rol. Francamente, no considero oportuno el final que Gilliam ha planteado para ese papel.
Por mis palabras, supongo que los lectores habrán descubierto, párrafos atrás, que ver esta película no me ha resultado una experiencia demasiado gratificante. No se puede decir que me haya aburrido sino que, más bien, que me ha provocado dolor de cabeza. Reí con un par de números musicales que me recordaron a los «Monty Pyhton» y me gustó la naturalidad de los actores protagonistas. Pero no soporté las interminables secuencias de CGI barato ni la filosofía cristiana que impregnan a todo el relato tanto este personal autor como su co-guionista, Charles McKeown con el que ya había colaborado en «Las aventuras del Barón Munchausen». ¿Cómo se puede evaluar objetivamente un trabajo tan claramente personal y pretendidamente artístico? Terry Gilliam no intenta contar una historia al uso. Ni siquiera tiene el menor interés por entretener a su público. Este filme habla, sencillamente, de él mismo.
Al contrario que el director, yo seré claro en mis conclusiones: a la mayoría de vosotros no os gustará «El imaginario del Dr Parnassus». Pero a los que os guste, la disfrutaréis enormemente… por razones etéreas e imposibles de explicar.
Lejos de ser esa obra maestra que muchos proclaman, la película es importante dentro del contexto del nuevo cine fantástico, y supone un obligado punto de referencia cara a su evolución.
José María Latorre
Tras el éxito de la película de Ridley Scott, todo el mundo quería hacer su propio «Alien». Así el primer hijo bastardo nace en 1980 en los británicos estudios Shepperton, se trata de «SATURNO 3», de la mano apócrifa de John Barry, famoso por haberse encargado del diseño de producción de largometrajes como «La naranja mecánica» de Stanley Kubrick, «La guerra de las galaxias» de George Lucas o «Sucesos en la cuarta fase» de Saul Bass. Film nacido con vocación de serie B pero con un holgado presupuesto, que fue a parar a los bolsillos de las estrellas participantes en el proyecto, en lugar del departamento de efectos especiales.
Quién puso su sello definitivamente en este engendro mecánico de película fue Stanley Donen, firmando así su peor película hasta la fecha, aunque no tiene visos de que vaya a realizar muchas más, por desgracia. La premisa de la cinta es muy básica, Alex y Adam, interpretados por Farrah Fawcett y Kirk Douglas, viven apaciblemente en una base situada en uno de los satélites de Saturno hasta la llegada de Benson, al que da vida Harvey Keitel, que les lleva un robot llamado Héctor, para facilitarles las tareas cotidianas en la base. En la primera secuencia podemos encontrar un homenaje al film de Ridley Scott al ver pasar la nave por encima de nuestro punto de vista.
Producto de estética muy kitsch, que jugaba a ser la bella y la bestia sólo que en versión space opera, en la que los pasillos de la base nos trasladarán a los de la Nostromo.
Héctor, el primero de una serie de semidioses (sic), era una suerte de «Alien», y los tres colonos terráqueos tratarán de deshacerse de la bestia mecánica de distintas formas, electrocutándolo, y será Adam quién enseñe una lección a Héctor al sacrificarse por amor a Alex. De esta forma la trama se emparenta más con «IT, THE TERROR FROM BEYOND SPACE».
Concepto de sacrificio
Le ahogamos
Le electrocutamos
O primero le ahogamos y...
y le hacemos saltar por los aires
Sus directores, ambos, trataron de ir un paso más allá e introdujeron tintes gore en el desarrollo narrativo, en auge en aquel momento, pero aún así quedó un producto muy irregular y carente de ritmo.
En este caso también hay animal doméstico, en «Alien» era el gato Jonesy que va eludiendo a la salvaje bestia espacial, aquí es la perrita Sally, que posee dos depredadores Benson que quiere cocinarla al estilo terráqueo y Héctor que nos mostrará su enorme lado oscuro al matarla sin piedad alguna.
Sally
El segundo hijo nace en la factoría de Roger Corman un año más tarde, en 1981, de la mano del director neozelandés Bruce D. Clark y se llama «LA GALAXIA DEL TERROR». No es de extrañar, porque en los extras del DVD de «Alien», Dan O’Bannon y Ronald Shusett reconocen y dejan claro que dejaron leer el guión a Corman en una de sus versiones primitivas, ya que era la típico guión que este productor americano podría llevar a la pantalla con un bajo coste, y no tal y como quedó tras financiarlo la productora Brandywine. Así el detalle de la pirámide, y que su función es forjar a jóvenes cazadores, eso ya estaba en la versión primitiva del guión, en los primeros trabajos de Cobb para el diseño de producción, y no sólo eso, que esa iddea terminaría de desarrollarla Paul W.S. Anderson con la venia de los guionistas originales en «Alien versus Predator: AVP»
En sus propios rótulos de crédito deja claro que es un subproducto, con esos dibujos que incluyen humanoides de aspecto biomecánico.
El amo del planeta Sertes mandará a su comandante Ilvar al planeta Morgantus en misión de rescate porque han perdido contacto con la nave «Remus», en la nave espacial «Quest», que es de clase 3 y posee un equipo exploratorio y de defensa. La tripulación desconocerá el oscuro objetivo que guarda el amo. Ya desde la secuencia de la llegada al planeta, se deja ver la huella del clásico, porque introduce primeros planos del ordenador de a bordo en el que podemos ver los movimientos de la maniobra de aproximación al igual que hiciera Scott, y tras el accidentado aterrizaje podemos ver planos que son una auténtica copia, y que le servirán seguir el mismo esquema narrativo, así tras cada muerte veremos aparecer un plano parecido, y el desarrollo será también muy hitchcockniano, nunca veremos en plano general a las criaturas tanto en las escenas de persecución de humanos como en los ataques a la tripulación.
El amo del planeta Sertes mandará a su comandante Ilvar al planeta Morgantus en misión de rescate porque han perdido contacto con la nave «Remus», en la nave espacial «Quest», que es de clase 3 y posee un equipo exploratorio y de defensa. La tripulación desconocerá el oscuro objetivo que guarda el amo. Ya desde la secuencia de la llegada al planeta, se deja ver la huella del clásico, porque introduce primeros planos del ordenador de a bordo en el que podemos ver los movimientos de la maniobra de aproximación al igual que hiciera Scott, y tras el accidentado aterrizaje podemos ver planos que son una auténtica copia, y que le servirán seguir el mismo esquema narrativo, así tras cada muerte veremos aparecer un plano parecido, y el desarrollo será también muy hitchcockiano, nunca veremos en plano general a las criaturas tanto en las escenas de persecución de humanos como en los ataques a la tripulación.
El desarrollo de guión es paralelo aunque posee diferencias, así cuando el equipo de rescate entra en la Remus se dividen por parejas al igual que pasaba en «Alien», pero el primero en morir no será el intrépido de la expedición, sino será el miedoso.
Una vez en el planeta, descubren que hay una anomalía, que además fue la causante de su forzoso aterrizaje, así que el comandante Ilvar, que en este caso ejerce como quintacolumnista, manda un equipo a investigar la zona, allí descubren una nave alienígena.
En el que encontrarán un agujero por el que entrar, sólo que en este caso, no hay dobles lecturas a diferencia de lo que pudimos ver en «Alien» por motivos obvios, desde la incorrecta elección del encuadre hasta la propia forma. Y podemos concluir definitivamente que el diseño de producción no hace un homenaje sino que intenta copiar el diseño biomecánico de Giger, tanto en el exterior como en el interior de la nave extraterrestre.
El comandante Ilvar se convertirá en una suerte de Kane con disertaciones sobre la duda y acabará descendiendo en la cueva donde acabará encontrado con una especie de gusano.
También tenemos escenas costumbristas, en este caso protagonizada por Grace Zabriskie, que da vida a la ruda capitana de la nave llamada Trantor. En este caso los roles ya están superados, y entre la tripulación hay un cocinero, interpretado por Ray Walston, y será este el auténtico infiltrado.
También algunos protagonistas encontraran su fatal destino en circunstancias parecidas a las de alguno de los personajes del film de Ridley Scott, así Mitri se topará con el extraterrestre de una forma semejante a Brett. Este encuentro servirá al realizador para introducir las connotaciones sexuales que ya hemos visto en «Alien», sólo que Bruce D. Clark, carece el menor sentido estilístico así como de idea de como funciona la psicología en el cine, y esto dará lugar a que el espectador asista impasible a una de las más bizarras escenas del cine de ciencia ficción, porque asistiremos a la segunda violación alienígena (si contamos la de Lambert como la primera). La muestra sin pudor alguno, y obviamente caerá más en la risotada que en el estremecimiento a diferencia de la violación de Lambert en el film de Scott. Haciendo de este producto definitivamente una copia barata que raya en algunos momentos el plagio. Aunque debemos reconocer que la actriz Mary Ellen O’Neill hace lo que puede por salvar la secuencia, empeño pone la mujer, eso no lo podemos negar en ningún momento, pero cómo sería la experiencia que no volvió a trabajar en el cine ni en la televisión.
Sexo galáctico
La violación
Mary Ellen O'Neill desnuda tras el fatal encuentro con el alienigena.
Pero antes que nada salga de su interior, Baelon interpretado por el actor y productor de películas como «Nueve semanas y media» o «La orquídea salvaje», acabará con ella desintegrándola, demostrando ser un hombre de gatillo fácil.
Zalman King
En cuanto a la criatura sólo podemos decir que cambia de forma a lo largo de la película, que Clark también juega a ser Scott y no la muestra nunca en su integridad. En cuanto a su ciclo biológico no podemos aportar más datos porque el guionista no aporta datos suficientes a lo largo del film salvo la excéntrica escena de la violación lo que nos hace presuponer que posee órganos reproductores y que obtiene placer del coito.
Pero lo más impactante, y lo que os dejará perplejos, no lo encontraremos en su desenlace sino en los rótulos de crédito, al ver que la persona encargada del diseño de producción y el director de la segunda unidad de este largometraje fue nada más y nada menos que James Cameron. Con lo que ya le podemos otorgar el título de «el mejor fusilador de la clase».
Por eso los diseños de producción de «Aliens» y de «La galaxia del terror» son tan cercanos, porque Cameron no se caracteriza por tener imaginación en ese campo.
Pero hay más, una de las personas encargadas de destrozar la criatura de Giger en posteriores entregas, fue Alec Gillis y que ejecutó su peor trabajo en «Alien 3», ya que hizo que la criatura perdiera toda su verosimilitud haciéndola parecer un tren de mercancías a punto de salirse de los raíles. Pues será el encargado de realizar la fabricación de las prótesis en este largometraje, y fue reclutado para la franquicia «Alien» por Cameron.
Lo que ya no cabe la menor duda es que fue una temible bestia, que tras los diversos intentos de copiarla y de exprimirla hasta la saciedad en una de las franquicias más longevas, y que encima posee ramificaciones como puede ser «Alien versus Predator», eso sin mencionar el increíble manoseo del marketing, así la podremos ver en las estanterías de los amigos hasta en las tiendas especializadas de cómics.
Por todos estos motivos, ha dejado de tener ese aura de bestia sin piedad, temible, y sobre todo protagonista de nuestras peores pesadillas, para acabar siendo todo un objeto cotidiano, que inclusive podemos ver por la calle, ni más ni menos que en las ramblas de Barcelona haciéndose fotos con los niños.
Y para finalizar os dejo con este post escrito por Ramón que regenta el blogCinema Dreamer,y que me parece el perfecto broche para esta extensa revisión del clásico de Ridley Scott.
Este post se lo quiero dedicar especialmente a mi maestro y mentor en la psicología de la narración cinematográfica. Siempre hubo un antes y un después de conocer a Enrique Domínguez Perela, cómo echo de menos sus clases de «Cine y Percepción». Usted es el verdedero artífice de esta lectura transversal del film de Ridley Scott.
La fuerza mitogénica de una película no estriba en lo que presenta deliberadamente en la pantalla sino en los fantasmas de la imaginación del espectador que son convocados o conjurados por la narración cinematográfica…»Alien» está provista de esa fuerza
Fernando Savater.
Estamos ante lo que podríamos calificar como film de terror gótico orgánico. A pesar de ser una refinería ambulante, Scott trata de dar vida al entorno de la nave espacial, a todo ese espacio mediante metáforas visuales, así regresamos una vez más al territorio de la Gestalt. En la creación literaria y cinematográfica del género de terror es habitual jugar con dos figuras «Eros» y «Thanatos«, luego no podemos decir que sea novedosa desde ese punto de vista. Será en el tratamiento de los aspectos psicológicos de la narración donde Scott haga una verdadera innovación, sobre todo porque procede del campo publicitario y conoce perfectamente los principios de la Gestalt. Así pues, lo verdaderamente original es el tratamiento de la imagen, la escenografía, y sobre todo, que las engloba las dos en un mismo personaje, el octavo pasajero, así «Alien» representa la vida y la muerte en la Nostromo. Hasta ahora como espectadores habíamos asistido a un intento por parte de Scott de que cada uno se viera reflejado en los temores de alguno de los personajes. A partir de este momento, el realizador elevará el grado del horror, ya no estaremos ante algo cotidiano, ahora asistimos a un espectáculo de terror más visceral, más corpóreo, vinculando los mitos y los ritos en la figura de este peculiar extraterrestre.
VIDA EN LA NOSTROMO
En este film, el Eroslo podemos ver representado en la secuencia del despertar de la tripulación, jugando con la organización del fondo y la forma Scott nos plantea una secuencia maravillosa en la que el espectador comprende y entiende que nace la vida. Así la luz de la escena se irá incrementando poco a poco al tempo de la música, al mismo tiempo que las cápsulas de hibernación se van abriendo, pero como el director las posiciona radialmente respecto al centro de perspectiva del cuadro, todo el conjunto parece que es la apertura de una flor de pétalos blancos, porque la escenografía está saturada de un blanco lechoso, que nos da idea de pureza o bondad. Así que finalmente parece que vemos por pregnancia una margarita del que brota vida, la de los siete pasajeros de la Nostromo. Todo ello se ve acentuado, una vez más, por los maravillosos acordes de la suite «hypersleep» a partir de la sección de instrumentos de viento, lo que le da una armonía a todo el conjunto, creando una lírica metáfora sobre el nacimiento de la vida o del amanecer de un día más de trabajo en la rutina de la nave.
Pero será gracias a los diseños biomecánicos de Hans Rudi Giger con los que Scott pueda trabajar esta idea, y llevarla al extremo. Si atendemos a la Gestalt una vez más, por el principio de continuidad, el espectador comprende que estamos ante un coito, ya que los detalles que mantienen una dirección tendemos a agruparlos juntos, como parte de un modelo o patrón. Es decir, tendemos a percibir los elementos continuos aunque estén interrumpidos entre sí en el espacio. De esta manera, así cuando vemos la nave extraterrestre desde la distancia no deja de ser una suerte de Afrodita atemporal tumbada con las piernas abiertas esperando a recibir a los tres cosmonautas.
La diosa Afrodita
Milo Manara
Todo se verá realzado por la pregnancia, si jugamos con el fondo y la forma de lo que se ve dentro del cuadro de la escena, parece que los tres personajes penetran en el interior de una inmensa vagina, que es la sala donde está el humanoide fosilizado con las costillas rotas. Asi continuamos con este coito un tanto especial, y veremos como sólo uno de los «espermatozoides», Kane, será el que ascienda por su interior hasta alcanzar el enorme útero y alcance el óvulo o huevo, y tras tocar su pared lo activa y se abre a él. De esta manera será fecundado por uno de los miles de huevos que ve en la especie de cueva (sic) o enorme útero salido de la imaginación de Giger. Así pues, pasamos del concepto sexual al territorio de la fertilidad.
Vista exterior de la enorme vagina
Vista del interior de la vagina
El interior del útero
Encuentro entre espermatozoide y óvulo
Pero este acto de fertilidad no está relacionado con el amor sino con la necesidad de sobrevivir, así la vida se abre paso una vez más, parafraseando al profesor Ian Malcolm. Por este motivo Scott opta por rodarlo como si se tratara de una violación, ya que se trata de un acto sexual oral contra natura, el extraterrestre le insemina por la cavidad bucal, gracias a una de sus múltiples apariencias el «facehugger«, siendo una cópula atípica. Esta secuencia le servirá al director para preparar a la audiencia a la que será uno de los puntos de inflexión de la trama, donde el espectador se verá sometido a una ruptura de patrones psicológicos y sociales, porque no es natural que un hombre de a luz un hijo, eso hará más terrorífica la escena del parto.
Un alumbramiento está rodado con una asepsia exquisita. Así pues asistimos a un cambio del entorno. El comedor pasa a convertirse en un quirófano. Lo consiguen fundamentalmente mediante un cambio en la iluminación de la escena. Pasa a ser cenital y Scott lo acentúa forzando los encuadres. En este momento será relevante el principio de la proximidad, por el que el espectador agrupará los elementos cercanos y los integrará en un todo. Los elementos son violación oral, fertilización, luego sólo nos queda ver el perturbador parto de Kane, que será absolutamente cruento y doloroso para el huésped, y acabará con su vida. Una vez más podemos ver representado en este extraterrestre a Eros y Thanatos. De esta manera veremos como la vida se abre camino en el inorgánico espacio de esta refinería de mineral ambulante, y asistiremos al rápido desarrollo morfológico de la criatura, ya que la veremos nacer y crecer.
Inclusive el inorgánico robot «Ash» demuestra su organicidad a través de otro acto de violación oral, su sexualidad masculina la podemos ver representada en la escena de la pelea con Ripley. Aquí impera el principio de semejanza, por el que la mente del espectador añade los elementos restantes para completar la idea o la figura que nos quiere mostrar en la que en un momento dado. Tras mostrarnos en un primer plano los pósters de mujeres desnudas o en topless, el hombre frente al deseo, Homo ante Eros. No debemos olvidar que Ripley es la más cerebral y lógica de todos los miembros de la tripulación, por eso Ash siente una especial atracción hacia ella, por eso la deja leer la orden especial, para que encuentre las respuestas que busca antes de morir. Pero antes, hará un intento de satisfacer sus oscuros deseos. Por eso coge una revista la hace un canuto, y como si se tratara de un pene erecto tratará de sentir lo que es imposible para una máquina, al intentar meter el pene artificial por la cavidad oral de Ripley, en una escena tan cruenta como llena de sentido global. Y una vez más estaremos ante un acto sexual contranatura, esta vez es se trata de la mujer y una maquina.
Pero no será el único, porque Alien también nos demostrará su sexualidad en una de las escenas más impactantes del film, es por supuesto la violación de Lambert. Desde el inicio del film Scott hará todo lo posible porque los espectadores acaben empatizando con el desvalido personaje femenino, así los miedos colectivos de la audiencia se conjurarán en torno a Lambert. Por eso Scott la reserva la peor de las muertes, y que obviamente será incapaz de ofrecérnosla, dejándola a la suerte del imaginario de la audiencia. Así todos entenderemos de la lenta aproximación del extraterrestre que su suerte está echada, y que la va cercando en el espacio, no tendrá escapatoria. Poco a poco por el principio de simplicidad, el espectador organiza sus campos preceptúales con rasgos simples y regulares y tiende a formas buenas, así todos entendemos que el fálico apéndice del extraterrestre, es una enorme pene sube por la entrepierna del personaje absolutamente aterrorizado y paralizado por el miedo que la invade. Entregándose a una muerte irremediable. Estamos ante una escena de fuerte componente erótico. Así cuando va a tener lugar la fatal penetración, podremos ver y oír como los desgarradores, sordos y ahogados gritos de Lambert se expanden por los corredores vacíos de la nave, como lo hace el fuego en un campo de trigo seco, sumado a la cámara subjetiva que se halla inmersa en una carrera angustiosa por los pasillos de la Nostromo y unos primeros planos de Ripley que puede observar el resultado de la carnicería perpetrada por el alienígena, haciendo que el imaginario del colectivo se aterrorice hasta la médula, porque es una plusvalía lo imaginado ante lo visto. Y es aquí donde realiza su particular homenaje al film de Hooper, «La matanza de Texas». Recordad el plano en el tercio final de la chica colgada del gancho por la espalda.
MORIR EN LA NOSTROMO
En «ALIEN» podemos ver representado a Thanatos iconográficamente hablando unido al de religión. Será en el montaje del director cuando podamos ver algo nuevo y muy relevante, o mejor dicho, donde podamos apreciar estos aspectos de una forma más nítida. Llegados a este punto os podría decir que «Alien» versa sobre como siete camioneros o mineros, como queráis llamarlos. Se encuentran en mitad del Universo, nada más y nada menos que con Dios, sólo que este encuentro les saldrá caro. Así llegamos a una de las múltiples capas de este relato barroco, puede que sea la más controvertida y de la que menos se habla, hablo de la iconografía religiosa. La refinería ambulante no deja de ser una inmensa catedral gótica que surca el espacio, donde reina la claustrofobia y el terror. Donde los espacios son tan angostos que son el perfecto cobijo para esta omnipresente figura, que parece estar en cada rincon y nunca está dónde se espera que esté.
La catedral de Scott-Vistas exteriores
Catedral Notre Dame París
Vista lateral de la catedral espacial
Catedral de LeónCrucero de la catedral planteada por Scott
Crucero de la catedral planteada por Scott
Crucero de una catedral (Burgos)
De esta manera llegamos a una de las lecturas más comunes en las que se suelen zambullir los adictos al género, ver esta refinería no como una catedral, tal y como reconoce en el documental de Lauzirika Nick Allder, encargado de los efectos especiales. El aficionado suele verlo más como una enorme fragata barroca salida de la mente del escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft, donde los siete tripulantes pasajeros se pasean por sus tenebrosos pasillos en busca de esa criatura salida de ese increíble océano que es el espacio sideral. Cualquiera de las lecturas como siempre es válida. Eso viene derivado de la gran labor de fotografía realizada por Derek Vanlint, que supo ver claramente el universo pictórico en el que buceaba la mente de Ridley Scott para levantar el proyecto. Así las referencias pictóricas están asociadas tanto los postrimerías del renacimiento como al barroco más duro, y así tendremos dos grandes protagonistas, por un lado Francisco de Goya. Nos interesa del pintor español su periodo tardío, donde jugaba con las luces y las sombras. Así Derek y Ridley juegan con los contraluces tan típicos de estos periodos.
Los borrachos
Pero podremos ver también a Diego de Velazquez, cuya obra «La fragua de Vulcano» podremos ver representada en el momento del nacimiento del hijo de Kane. Aquí quiero llamar vuestra atención sobre los rostros de los personajes del cuadro y de los actores en la secuencia, así como la iluminación que dan a la escena tanto el realizador británico como el pintor español. La única diferencia estriba en que para dar más intensidad a la escena Scott usa planos americanos de los personajes, para no dejar que se diluya el brutal encuentro.
La fragua de Vulcano
O en las escenas más costumbristas como la de la cena previa a la nueva hibernación que nunca tendrá lugar o a la de la recuperación súbita de Kane, las similitudes en el tratamiento de la luz y en la situación de los puntos de fuga son semejantes y muy relevantes.
Las meninas
Aunque será en la particular imaginería del enfermizo universo de una de las principales figuras del arte contemporáneo, hablo del filosofo y pintor británico Sir Nicholas Bacon, más conocido como Francis Bacon, donde hallemos la tercera gran referencia pictórica sobre el tratamiento de la imagen, la luz y las formas. De ahí nacen tanto las sinuosas formas del extraterrestre, como el particular tratamiento de la violencia visual de este curioso autor, y nos revela en imagen y no en texto la verdadera naturaleza de este ser. Así el cuadro «Ensayo del retrato de Papa Inocencio X de Velázquez» es toda una revelación del tratamiento visual del film, y cuadrar el círculo.
Segunda versión del Tríptico 1944 3
Tercer estudio para la Crucifixión
Y así volvemos a la idea de como Scott trabaja tanto la muerte como la religión. Ambos conceptos se fusionan al conjurar el universo de los pintores Francis Bacon y Velazquez con la retorcida imaginería de H.R. Giger, quedando patente en dos secuencias. La primera en la que Brett muere. En ese momento, podemos ver como «Alien» está con los brazos en cruz justo antes de acechar al pobre Brett que trata de coger a Jonesy. De este modo la lectura que obtenemos es «Alien» es un «Dios», es perfecto, es puro, carece de remordimientos, porque es una deidad. Lo malo es que en este caso quita vida, es la viva representación de un ángel caído. Y evidentemente lo ensalza Scott con un perfecto contrapicado, justo como si se tratara de la obra «Cristo en la cruz» de Diego de Velazquez sólo que con un punto de vista más forzado, en un plano absolutamente digno del mejor cuadro barroco.
Esta visión queda más palpable cuando Ripley intenta destruir a la deidad, en esa secuencia «Alien» vuelve a tener los brazos en cruz, y no queda claro que acabe matándola, porque no puedes acabar con una deidad, así pues, Ripley lo único que hace es devolver a su lugar de origen a este particular «Dios», que quedará vagando por el espacio hasta que se vuelva a encontrar con otros viajeros.
Así llegamos al final donde asistimos ante un duelo entre la razón y la emoción. Entre la fé en que conseguirán desahacerse de él y el llevarlo a cabo. Así, Ripley representa la razón, el pensamiento, la meditación. Por eso se salva, porque es la única estable psicológicamente hablando. Se enfrenta a lo desconocido desde la búsqueda de respuestas, preguntando a la traicionero ordenador de abordo «Mother», que por un simple ataque de terquedad acabará suicidándose al no reponer el circuito de refrigeración de la nave. Así como en los sucesivos interrogatorios a Dallas, para impedir que suba a la nave, en un intento de preservar las normas de quarentena que no pondrían en peligro la vida del resto de los trippulantes, o con Ash para averiguar nuevas alternativas sobre como exterminar al alienígena. Así pues, curiosamente,esta particular y cruel deidad quita la vida a aquellos personajes que se dejan llevar por los sentimientos. Por eso Kane muere al ser arriesgado, Lambert por ser miedosa, Parker por ser voluntarioso e impulsivo, Dallas por dudar es atrapado por el extraterrestre al perder el control de la situación, Brett por ser descuidado y por la curiosidad, Ash al descubrirse su doble juego, por ser el quintacolumnista, ser el traidor.
Kane
Brett
Dallas
Ash
Parker
Lambert
"Mother" o "Madre"-El ordenador central de la nave
Informe final de la nave comercial Nostromo, informa el tercer oficial. Los demás miembros de la tripulación, Kane, Lambert, Paker, Brett, Ash, y el capitán Dallas han muerto. La nave y el cargamento han sido destruidos. Debería llegar a la frontera dentro de seis semanas, con un poco de suerte las patrullas podrán recogerme. Ha informado Ripley última superviviente del Nostromo. Fin del informe.
El terror se convierte plano a plano, en algo sumamente abstracto: es la angustia ante lo desconocido.
Sigourney Weaver.
«ALIEN« es un film muy british a todas luces, con ello quiero decir que no sólo es que esté realizado en Gran Bretaña, no, con ello quiero decir que está realizado muy al gusto de los británicos, aterroriza pero prácticamente sin una gota de sangre, eso es porque profundiza en la narrativa deAlfred Hitchcock, por eso funciona tan bien como thriller o largometraje de suspense, como queráis denominarlo. Así que pasemos a analizar diferentes aspectos de la película que son muy importantes, esos pequeños detalles que están ahí, que parecen irrelevantes, pero no dejan de ser lo que le otorga mayor enjundia al film de Scott.
Saul Bass, gran maestro de ceremonias, y genial introductor, por no decir, diseñador y creador de los más famosos títulos de crédito del cine norteamericano, supo entender muy bien los diseños de Hans Rudi Giger y eso se deja ver en los rótulos iniciales del largometraje a pesar de que no está acreditado. En tan sólo dos minutos nos hará un gran resumen de lo que será el núcleo de este particular viaje espacial. Los motivos por los que no está acreditado, no nos interesan, para mí son meramente anecdóticos, pero lo verdaderamente curioso es la estructura que poseen. Comienza de la forma más inquietante que puede arrancar una película con una pantalla casi en negro, porque nos pone el universo de fondo, comenzamos el viaje de lo general a lo particular, porque acabamos viendo un planeta de fondo. Todo ello acompañado por la suite creada, por Jerry Goldsmith para marcar este efecto, con instrumentos de viento y cuerda para ir de la mano con Bass e ir de lo dulce y placentero a lo estridente y peculiar.
Gran amante de la geometría, este diseñador apuesta por una tipografía mecánica, que realza el sentido de ciencia-ficción y futuro, y juega con ellas para ir desvelando poco a poco el título del film, juega con la idea de suspense, y nos va adentrando poco a poco en el universo del largometraje. Pero es más, va jugando con otra regla de oro del diseño, la simetría. Pensad que un rostro simétrico es bello, ese es nuestro canon.
La simplicidad otra de las reglas de oro del diseño se deja ver claramente en estos rótulos porque sólo hay un movimiento de cámara, es un travelling, que va de izquierda a derecha, en un plano americano que no deja ver por completo la forma real del planeta que aparece en el fondo de la imagen, homenaje al gran maestro Alfred Hitchcock, obliga al espectador a imaginar si es un planeta o un huevo, así de esta manera llegamos a otra de las características de los rótulos de crédito de Bass y es que es capaz de resumir absolutamente el espíritu del film en dos minutos. Pero no olvidemos que el cine es Gestalt, luego hay que hablar de aspectos psicológicos, nosotros leemos de izquierda a derecha, la música comienza con sólo instrumentos dulces de viento, todo para que el espectador se sienta cómodo a pesar de estar viendo una pantalla casi en negro. Pero el tono de los acordes irán cambiando a medida que el travelling sobre el ecuador del planeta llegue a la mitad del movimiento, allí nos toparemos con a medio camino de un increíble in crescendo que lleva de la mano al espectador. Y es el momento en el que ya tenemos todos los instrumentos (cuerda, viento y percusión), que se correlaciona con el momento justo donde tenemos en pantalla el punto de origen de la criatura. Y cuando Bass nos desvela el título del largometraje por completo, en ese mismo instante nos hallaremos en el clímax del crescendo de la suite de Goldsmith, a caballo entre lo romántico y lo barroco, entre la belleza, el misterio ante lo desconocido. Creando un paroxismo curioso, que se difumina rápidamente a medida que volvemos al universo en general y mediante un encadenado aparece la Nostromo en cuadro en la parte izquierda del fotograma y arranca verdaderamente la película.
No puedo evitar contaros una coincidencia cósmica, Saul Bass había coincidido con Helen Horton, que en «Alien» presta su voz al ordenador central a «Madre», en un film que dirigió en 1974 llamado «Sucesos en la cuarta fase» e intepretaba en esa ocasión a Mildred Eldridch, y también coincidiría con John Barry, el director de fotografia no el músico, del que hablaremos en «los hijos bastardos».
LA LARGA MANO DE JOSEPH CONRAD
Józef Teodor Konrad Korzeniowski, más conocido comoJoseph Conrad, es un célebre autor de novela de aventuras, y cuya bibliografía ha conocido más de una adaptación cinematográfica. Tanto Gordon Caroll como Ridley Scott son dos grandes admiradores del autor, eligió para su debut en la pantalla grande «Los duelistas», que realizó de la mano del célebre productor David Puttnam, todo un cazatalentos, y la acción nos trasladaba a las guerras napoleónicas donde podíamos asistir a un duelo sin fin protagonizado por Harvey Keitel y Keith Carradine. Así que ponerle el nombre de «La Nostromo» a la nave es un homenaje más en su filmografía a la obra de Conrad. Esta novela de Conrad ha conocido alguna ambiciosa adaptación televisiva, en la que actores de la talla de Colin Firth, Albert Finney, Brian Dennehy, Joaquim de Almeida, Lothaire Bluteau o ClaudiaCardinale, acompañaban a Claudio Amendola que daba vida al famoso personaje que da nombre a la serie y a la novela, pero que en su momento pasó sin pena ni gloria. Lo verdaderamente curioso es que la novela se centra en un país imaginario sudamericano llamado Costaguana, y Sulaco es el nombre de la ciudad portuaria, y no podemos dejar de pasar por alto que el nombre de la nave en «ALIENS», segunda parte de esta franquicia dirigida por James Cameron, no es otro que el de la citada urbe ribereña, y en la novela es donde se centra la vida de los personajes y la acción fundamental. Y Ridley Scott no deja de construir un relato de terroríficas aventuras espaciales de siete personaje, en la que el viaje sideral marcará a fuego al personaje principal. Pero hay coincidencias con el universo de Conrad. Un importante dato es que el escritor ucraniano vivió la época álgida del colonialismo, la lucha contra las corporaciones y el capitalismo, y todo ello se haya como telón de fondo de esta aventura peculiar. Idea barajada tanto en Nostromo como en «El corazón de las tinieblas», donde reflejará la barbarie del universo colonial africano del siglo XIX, y en el que veremos como el personaje realiza un viaje y lucha contra una corporación. Francis Ford Coppola la adaptó libremente al cine en su célebre film bélico «Apocalypse Now».
LO COTIDIANO
Scott juega con la vida cotidiana al igual que pasa en alguno de sus antecedentes, pero el lo lleva un paso más allá. Así, en primer lugar elimina el machismo de versiones previas e introduce otros problemas como las reivindicaciones salariales, como cuando Brett le comenta a Dallas durante el desayuno que no está de acuerdo con lo que van a cobrar o cuando le pide una gratificación monetaria por ir a investigar la señal desconocida llegando a una acalorada discusión con el capitán de la nave.
Inclusive las actitudes de los trabajadores, como la que muestra personajes como Parker, absolutamente insubordinado, crítico con las decisiones de los mandos, mostrando una actitud cínica hacia la empresa, llegando incluso a tomarles el pelo, diciendo que tiene que emplear más horas de lo debido para terminar de arreglar la nave.
El racismo, como en la escena en la que Parker le hace levantar a Ash de su asiento y lo limpia con la mano o la introducción de terminología marítima como cuando utilizan los términos virar a babor o a estribor en la escena del aterrizaje o aeronáutica, en la anterior escena podemos escuchar «llegando al apogeo orbital», «recoger el tren de aterrizaje», «conectar la gravedad artificial» o «turbulencias».
Otro ejemplo lo encontramos cuando están tratando de averiguar en que punto del espacio Kane manda a Ripley que contacte con control de tráfico:
Esta es la astronave comercial “Nostromo”. Número de registro 180924609. Me reciben. Astronave comercial “Nostromo” de las Islas Solomon. Me reciben. Número de registro 180924609. Espero contestación…llamando a Antártica, control de tráfico.
NARRATIVA FÍLMICA
El film arranca con múltiples travellings de carácter descriptivos, con amplios planos generales que nos ubican en el entorno, nos describen con todo tipo de detalles como es la nave por fuera, por dentro, nos muestra sus largos corredores. Así Scott, saca partido a todo el diseño de Jean Giraud, más conocido como «Moebius» y Ron Cobb, creadores de todo este particular universo de aspecto industrial, recordad que los personajes de la trama no dejan de ser mineros espaciales. Moebius procedía del mundo del cómic y escribía para la revista «Metal Hurlant», mientras que Cobb procedía de la serie B y había colaborado previamente con Dan O’Bannon en una inmensa gamberrada espacial dirigida por John Carpenter llamada «Dark Star«, para la que hizo los diseños y los efectos especiales. Os dejo enlace a un gran artículo sobre los diseños de Cobb aparecido en Microsiervos.
Para pasar a primeros planos, todo dentro del mismo travelling, y mostrarnos la recepción del mensaje, que hará despertar a la tripulación, y les embarcará en esta barroca aventura.
Scott da mucho dinamismo a la cámara, sobre todo cuando los personajes suelen tender a estar estáticos en el espacio y viceversa. Así suele fusionar panorámicas a los travellings, y todos son a contra lectura, para generar desasosiego en una escena cotidiana de la vida mediante la incomodidad física de la lectura. Eso da idea de la exquisita planificación que posee de la escena, al margen de sus conocimientos como cineasta. Así, la secuencia del desayuno se erige como todo un gran ejemplo de la técnica narrativa del director británico afincado en EEUU. Hace un barrido del comedor de izquierda a derecha para acabar centrando el foco de atención en Kane, que posee una línea de diálogo muy profética, al decir que se siente que está muerto.
Uno de los múltiples aciertos de Scott frente a sus predecesores es dotar a las transiciones en las que podemos ver como pasa la nave por delante del encuadre, de un verdadero sentido narrativo dentro del largometraje. Así pues, serán verdaderos puntos y seguidos, que otorgan un cierto alivio a la intensidad de la narración, pero que no dejan de otorgar dinamicidad a la narración. Llegados otra vez a este punto debemos de hace hincapié en el desarrollo de movimiento. La nave siempre ira a contra lectura, con lo que el alivio es menor, porque inconscientemente marca un stress de lectura al espectador, generándole una cierta ansiedad.
Pero será tras la muerte de Kane que estas transiciones se harán de otra manera, esto es debido que ahora servirán para dar respiros en la intensidad de la narración realmente, pero siempre marcando un punto y seguido. Para ello, siempre veremos pasar la nave pero ya no será un movimiento a favor o en contra de la lectura, es decir de derecha a izquierda o viceversa, ahora será de atrás a delante, siempre alejándose en el sentido del eje de la x espacialmente, bien sea viendo la superior a vista de pájaro o…
la parte inferior de la nave.
Esta película posee una narración muy intensa, por todo lo anteriormente expuesto más que su director abusa intencionadamente de dos recursos: primeros planos y los planos americanos. Es como si en un texto comenzara a poner muchos adjetivos y adverbios tanto a los sustantivos como a los verbos. Puede llegar a ser extenuante, pero que en este caso es eficaz. Pero además le sirve por un lado para no mostrar completamente a la criatura, por otro juega con el fuera de campo, lo que se encuentra fuera del cuadro, obligando de estas dos maneras al espectador a usar la imaginación, y a veces aterroriza más lo que uno se imagina que lo que uno ve realmente. Pero, quiero destacar que usa de una manera muy hitchcockniana los primeros planos calificando a la criatura mediante una herramienta de montaje llamada efecto kuleshsov, y que gracias a Redrum podréis acabar de entender en que consiste.
HITCHCOCK EXPLICA EL RECURSO DEL PRIMER PLANO
Pero que sea intensa no quiere decir que sea rápida, y es ahí donde encontramos otro de los grandes aciertos, el ritmo pausado de la narración que le permite a Terry Rawlings montador y a Scott, poder elegir cuándo y cómo asustar al espectador, y crear así un ambiente idóneo donde sustentar el thriller.
Así pues, es prácticamente imposible que el espectador desconecte del film, aquí hay que hablar del montaje realizado por el siempre genial Terry Rawlings, montador de las tres primeras partes de la franquicia, y que en este particular caso hace un trabajo soberbio al saber gradar muy bien los momentos de tensión que había planificado con anterioridad el director al otorgarle toda una serie de elementos con los que poder jugar, porque no debéis olvidar que en la sala de montaje no puedes rodar lo que no tienes, ese momento ya pasó. Y a veces, sobran cosas, que no aportan mucho más y pueden hacer perder ritmo al film. Así llegamos a la versión del director, que particularmente opino que nunca debería haber existido, las nuevas escenas, eliminadas por Rawlings en su momento, están bien quitadas, porque hacen perder ritmo al metraje y tampoco es que aporten nada novedoso, como si lo hizo Cameron con la idea de la Reina. Sobre todo, porque este film juega un poco a ser un relato de Agatha Christie, y al igual que «La cosa» de John Carpenter, juega a ser una variante de «Los diez negritos», porque desde el principio sabemos quién es el asesino, pero al final sólo quedan la víctima y el verdugo, Ripley y Alien llevándonos a un duelo espacial muy particular, en el que los personajes apenas carecen de armas, y deberán jugar con la astucia, sobre todo la teniente para poder defenderse.
El recurso de la grúa en el film sólo lo usa en una ocasión, se trata de la secuencia que tiene lugar en el interior de la nave alienígena, con el que consigue pasar de un plano americano de Kane a un plano general del interior en contrapicado para realzar más la idea de lo pequeños y vulnerables que son los tres protagonistas.
El lector y espectador de esta magnífica película no debe olvidar que está gestada a finales de la década de los setenta, los gustos narrativos dentro del género estaban en plena evolución, y la corriente del gore cobraba cada vez más fuerza, como ya habíamos visto en películas como «No profanar el sueño de los muertos»,de Jorge Grau. Pero Scott en un giro de tuerca, llega a estilizar el gore, y mostrarlo con una gran dosis de asepsia quirúrgica. Las pinceladas son escasas pero contundentes, tres serán las escenas donde podamos apreciar planos que podamos catalogar como gores. Para la primera esperará hasta el minuto 49 de metraje de la versión del director para ofrecérnosla en una verdadera orgía hemoglobínica cuando irrumpe en escena el octavo pasajero procedente del interior de Kane…
, y los otros dos planos se hayan en la muerte del Brett y Parker.
La bibliografía es extensa y variada que avala esta idea, pero el mayor testigo de todo ello es Ivor Powell, productor asociado del film y mano derecha del realizador británico, reconoce en el documental de Lauzirika que el cineasta impuso al equipo ver «La matanza de Texas» de Tobe Hooper realizada en 1974, máximo referente del género gore y obra de culto, sin albergar la menor duda.
Todos tenemos fantasmas en nuestro interior, mitos más o menos inconscientes a los que damos forma confusa en nuestros sueños.
Santiago Sánchez González
Se podría considerar «ALIEN» la criatura perfecta, el gran monstruo de la ciencia-ficción. Para ello estableceremos una aproximación comparativa entre nuestro temido «ALIEN» y sus hermanos apócrifos. Empezaremos una vez más cronológicamente. «IT» que aparecía en el film «IT! THE TERROR FROM BEYOND SPACE« poseía una morfología un tanto antropomórfica, y por supuesto un tanto híbrida, a caballo entre el mundo de los saurios, ya que parece un lagarto gigante, y un humano. Diseñada por Paul Blaisdell, habitual de la factoría Corman. Etológicamente hablado es todo un gran cazador, eso le hace ser temible y feroz. Mata para saciar su hambre.
Posee una feroces mandíbulas llenas de dientes afilados, lo que a priori nos puede llevar a pensar que puede ser carnívoro, pero no, este gran depredador ansía los líquidos del huésped. Eso lo deducimos porque en los cadáveres no queda rastro de fluidos corporales.
Los deshidrata por osmosis, ahí es donde juega un papel esencial sus garras, que por cierto están dotadas de unas grandes uñas.
La particularidad hay que buscarla en la palma de la extremidad, porque posee unas esporas que al tocarte, como se aprecia en el fotograma te inocula una bacteria que ataca la médula ósea del huésped, y le provoca una especie de leucemia mortal de necesidad. Pero se desconoce si esas esporas poseen además un carácter reproductivo, porque el guionista no nos facilita datos sobre ciclo reproductivo.
La única solución es andar con transfusiones seriadas y constantes, pero no hay tal cantidad de sangre en la nave de camino a casa.
Por otra parte es un ser que le gustan los ambientes recónditos al igual que al octavo pasajero, les gusta pasearse por los conductos del aire y exclusas recónditas de la nave.
Es un ser que se mueve por instintos, es el depredador perfecto, eso le emparenta directamente con «Alien». Además, acabar con él es una tarea difícil porque es un ser muy resistente, posee una gran dermis inmune a la munición normal, pistolas o granadas, y hacen que sean absolutamente inútiles esas armas…
también le protege frente a las descargas de alto voltaje…
a la radioactividad, ya que lo exponen al núcleo de la nave…
aunque como todo animal, teme el fuego…
La verdadera curiosidad la encontraremos en su aparato respiratorio, que posee defensas contra un gas que sería capaz de matar a un dinosaurio (sic)…y le hace resistente a entornos hostiles…
aunque es incapaz de sobrevivir en un entorno anaeróbico, ya que muere al final cuando abren la exclusa y vacían de oxígeno la nave.
El actor encargado de poner en pie a IT, nombre que recibe la criatura en este largometraje fueRay Corrigan. Elegido seguramente por ser alto, y de aspecto robusto, atlético y fuerte. Empezó en Hollywood como entrenador de forma física para las grandes estrellas y acabó interpretando a Tarzán. Desde este momento siempre fue un actor del estudio MGM. Este supone su último trabajo, pero falleció más tarde de un infarto de miocardio, el 10 de agosto de 1976, en Brookings Harbor, Oregón.
En cuanto a los alienígenas de «TERROR EN EL ESPACIO« de Mario Bava, hay que reconocerles que son más originales, su simplicidad abruma al espectador, poseen un carácter más etéreo, están integrados por un haz lumínico de colores diversos, que nada tienen que ver con el carácter sexual del espécimen. Son apenas identificables, viven, según las conclusiones del Karan, en un plano vibratorio diferente (sic), y sólo pueden escuchar sus voces, que son los extraños ruidos que oye la tripulación.
Esta particularidad les hace ser más temibles, porque posee un carácter más parasitario, cuando el ser humano entra en un estado mental de inconsciencia, aprovecha el alienígena para introducirse en su cuerpo y poseerlo. Dando igual que sea una inconsciencia permanente como la que puede tener un cadáver humano, generando de esta manera lo que podríamos denominar como una subespecie de «zombi galáctico». Siendo este artículo, posiblemente la primera cita en Internet sobre el tema, eso puede ser Zombila persona indicada para decir si es cierto, y que sirve a su realizador para generar terroríficos momentos en el film, recreándose con el recurso de la cámara lenta…
y que explota hasta las últimas consecuencias creando un final auténticamente apocalíptico e inquietante.
Estos extraterrestres son gregarios por naturaleza, sólo les importa la supervivencia de la raza. Incluso, estos extraterrestres se equiparan a los seres humanos, porque lo importante tanto para unos como para los otros es sobrevivir, incluso si es necesario matar a otro ser, independientemente de la raza o especie que sea, es una medida desesperada porque su sol se apaga. Por eso les mandan mensaje, para sobrevivir. Lo verdaderamente curioso de esta secuencia es que está planteada como una lucha dialéctica entre hermanos, ya que el alienígena posee el cuerpo del hermano del capitán Mark Markary, de Nordeg.
Curiosa, por lo menos es la extraterrestre del film de Curtis Harrington«EL PLANETA SANGRIENTO«, que a pesar de las posibles similitudes, ya que su aspecto es antropomórfico, parece humana, pero no lo es. La primera diferencia está en el color de la piel, que lleva al comandante Ander Brookman a plantearse que puede poseer un alto contenido de clorofila (sic) por puede que en algunos aspectos esté más cerca de la vida vegetal que de la animal (sic). Por eso su piel es verde.
Es un tanto misógina esta depredadora nata, defiende su territorio de la intrusión de otros seres femeninos, este detalle se parecía muy bien en el cruce de miradas que tienen Laura James y la reina alienígena cuando se ven por primera vez. Es más el comandante a partir de este momento encarga a Paul Grant, interpretado por un jovencísimo Denis Hooper, que sea el guardián de la extraterrestre.
Aparentemente no es hostil, aunque en su feminidad radica su mejor baza, juega con ella para poder cazar a los mejores machos de la tripulación. Ya que ella no come comida biológica, independientemente del sabor (sic).
Su verdadero alimento es sangre. Se llega a tomar toda las reserva de plasma de la nave, más la de casi toda la tripulación masculina.
Por cierto, tras la ingestión de alimento entra en una fase de letargia, y será cuando aprovechen para atarla…
Su sangre es verde, y es aquí dónde se haya el verdadero talón de Aquiles de esta especie, es hemofílica, y al menor roce o rasguño muere desangrada.
La actriz encargada de dar vida a la Reina Alien fue Florence Marly, esta actriz checa fue elegida por poseer una rara belleza y una gran sensualidad en la mirada. Comenzó en 1937 su carrera de la mano de Pierre Chenal, director francés, para dar el salto a Hollywood en 1957 con el film Undersea Girl, a partir de aquí su carrera está poblada de largometrajes bélicos y policíacos. En 1973 fue su última aparición cinematográfica o catódica, y en 1978 falleció de un infarto de miocardio en Glendale, California.
En el caso de «ALIEN« de Ridley Scott podemos asegurar que estamos ante la criatura perfecta, es agresivo, implacable y encima se adapta perfectamente a entornos hostiles. Hans Rudi Giger es el responsable de su diseño, aterrador, posiblemente porque no se había visto nada parecido hasta el momento en el cine, puede también, que sea por esos lentos movimientos o porque carece de ojos, lo que hace que el espectador carezca de referencia de a donde mira este ser depredador. Giger y RogerChristian se encargaron de cerrar todo el ciclo vital de este «parasito», que había escrito Dan O’Bannon. Ya desde sus temprana formas, el chestburster , también conocido como «el revienta pechos», es imparable, o al intentar quietar el facehugger de la cavidad bucal de huésped, supone acabar con la vida del individuo, de Kane en este particular caso, al ahogarle con su larga cola que abraza el cuello de la persona que va a servir de incubadora.
Pero es más, si tratas de agredirle traspasando su epidermis, bien cortándole o disparándole se puede comprobar que posee un magnífico mecanismo de defensa: posee acido molecular como sangre (sic).
Pero es más su dermis está compuesta de polisacáridos proteínicos, que mudar sus células por siliconas polarizadas, que le ayudan a protegerse en condiciones ambientales adversas. Es una combinación de elementos que le convierten en un feroz hijo de puta (sic).
El ciclo biológico de este parásito intergaláctico es complejo y muy interesante, le veremos evolucionar desde un ser semejante a un invertebrado, bien es sus formas de facehugger, que parece una araña, a la de chestburster, que parece una serpiente, para pasar a ver en su forma adulta a todo un vertebrado bípedo, mucho más antropomórfico. Así podemos recorrer toda una gran variedad de seres que nos pueden dar miedo en una sola criatura. Para quien quiera sabe más sobre él les recomiendo que lean laguía intergaláctica publicada en «Diario de un Copépodo», es una buena aproximación a la naturaleza de la criatura.
Además, este tipo de extraterrestre no sólo se dedican a la cacería, sino que son sumamente laboriosos, sobre todo las reinas que, en su periodo adolescente, les encanta crear gigantescos nidos, usando resinas como material base, para albergar los futuros huevos.
Pero sin duda alguna el momento del largometraje firmado por Scott que mejor ilustra lo maravilloso que es este extraterrestre, y por lo que ha entrado en la galería de las criaturas más horribles del séptimo arte, es el monólogo de Ash donde explica al resto de los supervivientes a lo que se enfrentan verdaderamente, todo declamado desde la más profunda de las veneraciones:
«Aún no habéis comprendido a lo que os enfrentáis. Un perfecto organismo. Su perfección estructural es solo comparable con su hostilidad. Admiro su pureza, es un superviviente al que no afectan la conciencia, los remordimientos o las fantasías de moralidad. No tenéis ninguna posibilidad pero, contáis con mi simpatía.»
Lo más curioso, inclusive lo mejor que le pudo pasar a esta producción es que los efectos digitales no estuvieran desarrollados, así la imaginación, la forma de rodarlo (o de aproximarse si hablamos desde el punto de vista del espectador), de los muñecos y los trucos hicieron de esta criatura un ser especial, le otorgaron sobre todo verosimilitud. Por ejemplo el detalle de que la cola del chestburster estaba hecha sobre un latiguillo que echaba aire comprimido, así el movimiento de la huida tras el parto es tan elocuente.
Según el anecdotario sabéis que Ridley Scott hizo multitud de pruebas a un gran número de actores para interpretar a «Alien», y al final uno de los directores de casting encontró una noche en un pub a un diseñador gráfico llamadoBolaji Badejo, y vio en él a la persona ideal para interpretarlo, por su altura, dos metros y dieciocho centímetros, pero a pesar de su extremada delgadez era esbelto y se movía con elegancia.
Así que acabaron convenciéndole para que se embutiera en el traje de látex, y le dieron unas clases de mimo y de tai-chi. Y el resultado fue verdaderamente aterrador. La verdad es que los movimientos son perfectos, lentos pero seguros y sobre todo, firmes.
Lo que está claro es que con esa experiencia tuvo suficiente, y no ha vuelto a realizar ninguna incursión cinematográfica hasta la fecha.
Ridley Scott en 1979 realizó la que sin duda puede ser una de sus obras maestras, hablo de «ALIEN». Eso fue gracias a Alan Ladd Jr., que es uno de los productores y directivos con más olfato que ha tenido la industria de Hollywood, y que por aquel entonces estaba al frente de la 20th Century Fox, El guión, escrito por Dan O’Bannon y Ronald Shusett, fue de mano en mano hasta que cayó en las de Walter Hill, Gordon Carroll y DavidGiler, que por aquel entonces habían fundado la productora Brandywine. O’Bannon tras regresar de París, al haber abandonado el intento de adaptar la magna obra de Frank Herbert «DUNE» a la gran pantalla, se veía en la necesidad de vender un guión, según reconoce él mismo en el making offdel DVD de «Alien» realizado por Charles de Lauzirika. En ese proyecto habían coincidido Alejandro Jodorosky, Christopher Foss y Hans Rudi Giger durante dos años. Así que se puso manos a la obra y empezó a escribir. Es variada la bibliografía que habla del proyecto «Memory», que versa sobre un bombardero B-17 durante la segunda Guerra Mundial cuya tripulación se verá atacada por unos extraños seres, como el punto de inicio de este obra maestra. Pero no es así, se pudo ver dos años después en un film de animación realizado en 1981 por director Gerald Pottertonllamado «HEAVY METAL».
Se trata de un largometraje que es una homenaje al mundo del cómic. Su estructura es simple. Está integrado por varios episodios y uno de ellos es el que da forma al conjunto y sirve de nexo. El escrito por O’Bannon se llama «B-17» Allí encontraremos ese guión llamado «Memory». En él podremos ver el mal cosificado en una bola verde entra en el bombardero y transforma en zombis a los soldados caídos en la batalla. El final, mejor que lo visionéis por vuestra cuenta.
En el documental de Lauzirika el productor asociado Ivor Powell declara, sin temor a equivocarse, que de una manera consciente o inconsciente Dan y Ronald recogieron ideas de varias películas. Así que siguiendo esta idea, se hace imprescindible bucear en la filmoteca para buscar los verdaderos antecedentes de esta obra definitiva. Hay que añadir que en ningún momento, tanto sus guionistas como su director o productores, incluido Powell, han reconocido públicamente que los referentes de «ALIEN» sean los que vamos a analizar en este post. El guión escrito por Dan O’Bannon y Ronald Shusett «Star Beast», como se llamó en un principio y que nació pensado como un largometraje de serie B, está lleno de referencias y homenajes a otros clásicos del género, pero que tras caer el libreto en manos de la Brandywine, se transformó en una cult movie. El marco conceptual no es muy amplio, y tres serán los padrastros del octavo pasajero. En primer lugar vamos a reparar en el largometraje dirigido en 1958 por Edwar L. Cahn llamado «IT! THE TERROR FROM BEYOND SPACE«.
El film nos traslada al año 1973 y vemos como la nave Challenge 141 se avería en el planeta Marte. A su rescate mandan una segunda nave comandada por el coronel Van Heusen. Cuando llegan a allí descubren que el coronel Edward Carruther de los comandos espaciales de los EEUU es el único superviviente. Así que le culpan de la muerte del resto de su tripulación y le traen de regreso a la tierra para someterle a un juicio. Lo que no sabe Van Heusen es que a su nave ha subido un polizonte con el que se verá las caras.
Jerome Bixby, guionista del film, al igual que Ronald Shusett y Dan O’Bannon responsables del libreto de «Alien» explora el miedo al intruso y lo estructuran en dos partes claramente diferenciadas. En la primera parte de «IT» asistimos a un duelo intelectual entre ambos coroneles. Van Heusen trata de extraer la verdad a Edward y quiere que acabe declarándose culpable de haber asesinado al resto de la tripulación. Distinguiéndose de «el octavo pasajero» en que se trata de una supuesta misión de salvamento. Pero en ambos casos presenciaremos una segunda parte cuyo motor es jugar con ese temor, librándose una autentica batalla campal entre el alienígena y las respectivas tripulaciones.
Uno de los aciertos de Bixby y que explotarán Shusett y O’Bannon será la introducción de la vida cotidiana en la trama, así podremos ver escenas de la tripulación comiendo. Por cierto, que aquí quiero hacer un especial inciso. Prestad atención a la imagen, porque hay un detalle muy relevante que denota el momento en el que está realizado el largometraje. Se puede apreciar que su producción es previa al movimiento de la liberación femenina, al ver que las mujeres integrantes de la tripulación la doctora Mary Royce y Ann Anderson son las que sirven la comida. Poseen un rol muy servicial. Mientras que en el clásico de Scott todo está en el centro y cada uno se sirve a sí mismo. Y lo llevará al extremo al dar una gran importancia a la mujer en el film, es en este punto donde se encuentra la principal innovación de “Alien”. Será una mujer la que protagonice uno de los clímax y catarsis más fascinantes del cine de ciencia-ficción, así asistiremos a los veinte minutos finales más interesantes vistos hasta el momento, aunque muchos vieron en la figura de Sigourney Weaver a una mujer muy andrógina.
La principal baza de «IT» es que no muestran por completo a la criatura, y muestra muchos de los ataques jugando con las sombras y con el fuera de campo, otorgando al conjunto un aire muy expresionista. El paradigma lo encontramos en la escena de la muerte de Joe Kienholtz que os recordará, en cierta medida, a la muerte de Brett en «Alien», tanto por la planificación como por la ejecución de la toma.
Otro elemento tomado por Shuttet y O’Bannon es que la criatura se mueve por las conducciones de aire de la nave, allí es donde se esconde. Jack Calber al igual que el capitán Dallas se adentrarán en ellas en busca de la criatura. Las diferencias estriban en el armamento y el destino del personaje. Mientras que Jack porta una pistola y consigue salir vivo, Dallas será dado por muerto y se defiende con un lanzallamas. Esto es así salvo en la versión del director donde Ripley al final de la cinta le encuentra vivo, aunque ha servido para otros menesteres.
La estrucura espacial de la nave le sirve a los guionistas como elemento generador de suspense y viene impuesta por el diseño de la nave. En el caso de Bixby estaremos ante una relación vertical a diferecia de «Alien» que es horizontal. Pero el extraterrestre en «IT» a pesar de estar en una posición inferior consigue mantener en jaque a la tripulación, y el guionista propone escenas de infarto jugando con las escotillas que separan los diversos espacios de la nave. Mientras que en «El octavo pasajero» a pesar de que la nave posee una estructura que tiende a lo horizontal, juega con los mismos elementos espaciales (compuertas y escotillas) para generar suspense. Así en ambos casos, estos elementos estructurales del decorado servirán para marcar los territorios de las criaturas y será donde darán caza a los humanos.
Como en tantas otras películas de serie B, el fuego sigue siendo una de las armas preferidas por los humanos como defensa. Así Jack Calber cuando queda atrapado en un subnivel de la nave, se defiende con una autógena, y en el clásico de Scott será el lanzallamas una de las herramientas más usadas contra el extraterrestre.
Otro elemento tomado por los artífices de «Alien» de la estructura del guión son las transiciones. En ellas podremos ver como las naves, tanto la Challenge como la Nostromo, pasan por delante del encuadre y sirviendo como elementos de sintáxis narrativa.
En cuanto al desarrollo del climax en ambos casos son muy parecidos. En el caso de Cahn, la tripulación optará por ponerse el traje espacial y abrir las compuertas para vaciar de oxigeno la nave y matar al extraterrestre. Mientras que en la cinta de Scott, Ripley acabará también enfundándose el traje espacial, en una escena cargada de alto contenido sexual, para acabar expulsando a la criatura abriendo la exclusa y despresurizando la nave de salvamento.
En 1965 el director italianoMario Bava realizaba su obra magna «TERROR EN EL ESPACIO«. En EEUU se distribuyó bajo el auspicio de American International con el nombre de «El planeta de los vampiros». Está basada en el relato «One night of 21 hours» escrito por Renato Pestriniero publicado en la revista de ciencia ficción «Interplanet 3».
La acción arranca cuando dos naves la Argos y la Galiot descienden sobre un planeta inhóspito, desolado y lleno de niebla para investigar una señal que están recibiendo. Las tripulaciones están emocionadas porque andan buscando nuevas formas de vida inteligente.
Durante el aterrizaje tendrán problemas porque son atraídos por una gran fuerza gravitatoria, superando el momento de fuerza G 7 (sic) y además, perderán el contacto entre ellas. Una vez en la superficie del planeta los integrantes de la Galliot llaman pidiendo auxilio a la Argos. Estos organizan una expedición de salvamento y salen a su encuentro. La sorpresa vendrá cuando descubran que tras salir del trance en el que entraron al descender sobre el planeta se mataron entre ellos. Los paralelismos con este film, de estética más kitsch y llena de colorido saturado, son más que evidentes, y van más allá de de lo puramente argumental. Los podemos encontrar en la escena del aterrizaje.
También en las imágenes de la nave en tierra.
Pero son evidentes en el desarrollo del guión, ya que cuando quieren acudir a rescatar a la tripulación de la Galliot la nave se ha estropeado y deben repararla. Este hecho les obliga a realizar una expedición a pie, integrada en este caso por cuatro miembros de la Argos, para adentrarse en el inhóspito planeta.
En ambos casos hay una secuencia dedicada a enterrar a los miembros fallecidos.
Así como los momentos reflexivos del capitán Mark Markary con el ordenador central de la nave sobre las distintas alternativas que tienen para solventar la situación.
O la escena de Garr en la enfermería rodeado por el capitán de la nave y parte de la tripulación, como el doctor Karan o la bella Sanya .
Los personajes de Tiona y Sanya distan bastante de los dos personajes femeninos de «IT! The terror from beyond space», hablo la doctora Mary Royce y de Ann Anderson. Para acercarse más a la teniente Ripley o a la oficial Lambert de «Alien». A medida que avanzamos en el año de producción la evolución del rol femenino en las películas es más que palpable.
Pero además descubren una nave espacial y serán en este caso también tres miembros de la Argos, el capitán Mark, Tania y Kell, los encargados de acudir a explorar en su interior, igual que harán Dallas, Lambert y Kane. Pero es más, sorprendentemente en su interior descubrirán también el fósil de un humanoide fallecido.
Podremos encontrar una diferencia argumental entre «Alien» y «Terror en el espacio» en el mensaje. Mientras que en el caso de Scott es una advertencia en el de Bava es un engaño, porque lo que desean los alienígenas es salvar su raza porque su sol se está apagando y les necesitan para sobrevivir. Así llegamos a la última coincidencia argumental, el plan que traza el capitán Mark es poner cargas de plutonio y desintegrar la Galliot con todos los muertos vivientes dentro.
Un año más tarde, en 1966, Curtis Harrington escribía y dirigía el inquietante largometraje llamado «EL PLANETA SANGRIENTO«, con todo un elenco de lujo Dennis Hooper, John Saxo o Basil Rathbone. Esta basada a su vez en la película dirigida por Otar Koberidzey MikhailKarzhukov llamada «Mechte navstrechu«, aunque no esté acreditado el origen de la trama en los títulos de crédito. Lo verdaderamente curioso es que Mikhail se encargó de realizar los efectos especiales de esta cinta. Harrington contó con Roger Cormany Samuel Z. Arkoff, dos instituciones en el género, para levantar el proyecto y crear esta joya de la serie B.
Sitúa la acción en el año 1990. El Instituto Internacional de Tecnología Espacial se dedica a explorar otros planetas. Al igual que en los casos anteriores reciben un mensaje de un planeta ubicado en un sistema solar distinto del nuestro, en el que nos avisan que van a enviar a un embajador.
Pero su nave se avería. El embajador alienígena se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Marte y mandarnos un mensaje de socorro. Pero la pregunta que surge es…¿vendrá en son de paz? Obviamente no. Así que los protagonistas se traslarán hasta la base lunar «Luna 7». Desde allí despegará la nave Océano que irá a su encuentro.
Aunque el destino de la misión se verá truncado por una explosión solar que la dañará. El problema es que la Océano 2 no está lista aún, pero al intrépido Allan Brenner se le ocurre un descabellado plan para acudir al rescate de su amada Laura James que va a bordo de la Océano. Para ello irá acompañado de su fiel compañero Tony Barrata en la Midio hasta situarse en la órbita de Marte. Una vez allí aterrizarían en Fogos que es uno de sus satélites, para posteriormente saltar a Marte y terminar de realizar el rescate. Brenner descubrirá que la nave nodriza se estrelló en el planeta rojo mientras que la de emergencia aterrizó en Fogos, y así rescatarán así a la única superviviente de la nave extraterrestre.
Lo malo es que ahora son tres, y en el vehículo de rescate de la Midio sólo hay espacio para dos. Así tras jugárselo a cara o cruz, Tony se queda esperando a la nave Océano 2 mientras que Allan y la extraterrestre aterrizarán en Marte para rescatar a los del Océano. A partir de este momento de la trama es cuando empieza a jugar con la idea del extraño dentro del grupo, en este caso es más reducido que en «Alien». Pronto descubrirán que la alienígena se alimenta de sangre tras matar al astronauta Paul Grant.
Al igual que en «Alien» y en los casos precedentes asistiremos a una ceremonia fúnebre, que en este caso es tan conmovedora como la de Kane.
Al igual que pasaba en «Terror en el espacio» todo el léxico del film está lleno de palabras con aires pseudocientífico para dar idea de novedoso y futurista que es todo. Así encontramos líneas de guión tan jugosas como: «Según el factor DH de la carta de navegación hemos recorrido 75.000 millas rumbo a Marte. Continuamos en línea perpendicular hacia el sol. A medida que nos aproximamos a Marte su color se convierte en más tibio, lo que nos sugiere una intensa oxidación de las sustancias terrosas». Aunque hay que reconocer que en el caso de Mario Bava es más acentuado si cabe, llegando a ser muy divertido: «Sin embargo, siguen haciendo señales. La localización es más clara ahora. En mi opinión el punto tiene que ser 15 grados cerca coaxial alfa nueve. Exacto. Las coordenadas espaciales concuerdan con las del teletoscopio» Y la Argos posee artilugios tan novedosos como un desviador de meteoritos inversor del campo y la tripulación mide las distancias en quarsec (sic). Al igual que pasa en «Alien» el ordenador de abordo les marca la rutina, y se comunica con señales luminosas, como podemos ver en la escena del desayuno en la que Dallas es llamado por Madre, ya que la luz amarilla es sólo para llamarle a él. En el largometraje de Harrington también pasa, sólo que además les marca la rutina diaria (periodo de descanso, comida, etc.)
En este caso las transiciones que podemos ver del cohete son escasas y no marcan tanto la pauta del ritmo narrativo, como si ocurre en casos previos o como se puede ver en «Alien»
Al igual que pasaba en los casos anteriormente mencionados, los ataques nunca se ven en plano general, aunque en este caso y marcando una clara diferencia no hay el menor reparo en mostrar planos generales de la alienígena, sobre todo por su aspecto humanoide.
En «Alien» será el oficial médico «Ash» el encargado de velar porque llegue a la Tierra el espécimen en perfecto estado. Llegando a las últimas consecuencias, al igual que en el film de Curtis Harrington, y el encargado de llevar esa gran tarea será el comandante Anders Brockman que justificará y protegerá a la voraz extraterrestre. Ash y Brockman, son auténticos quintacolumnistas dentro de sus tripulaciones. Entienden las órdenes que les han encomendado y comprenden que se trata en ambos casos de un espécimen valioso, y que la ciencia no ha estudiado nada parecido, por eso, por encima de todo debe llegar en perfecto estado a la Tierra.
Piensa que es valiosa, le encanta y le parece fascinante. Incluso cree que actúa de forma correcta dentro de su escala de valores. Así que sus conceptos morales puede que sean distintos. Por todo ello no hay que matarla.
Y la última coincidencia es que se trata de una Reina, que pone huevos.
Como conclusión se puede decir que esta historia de mineros espaciales luchando con una bestia posee realmente dos cosas novedosas, una el ciclo biológico, muy bien descrito y llevado a la pantalla gracias a los increíbles diseños de Giger, y en segundo lugar que el quintacolumnista sea un robot, el personaje de Ash, porque el personaje del traidor ya estaba en alguna de los referentes, y esto fue todo obra del guionista y productor Walter Hill, como reconoce Ronald Shusett y Gordon Caroll en el making off sobre «Alien»