Archivo mensual: abril 2010

REMEMBER ME-RECUÉRDAME

“REMEMBER ME” o “RECUÉRDAME” como queráis llamarla cuenta el trágico drama de una familia que empieza a descomponerse tras el suicidio de uno de sus hijos. A pesar de ello, el hijo restante no pierde la esperanza de llegar a enamorarse y es entonces cuando conoce a una joven que ha presenciado el suicidio de su propia madre. A pesar de todas las desgracias familiares, lucharán por que su historia de amor funcione. Como bien os imagináis, se trata de un drama romántico pasteloso, realizado a la mayor gloria de Robert Pattinson, que interpreta al hijo nihilista que busca el amor y que además, ejerce como productor.

Estamos ante lo que es un producto industrial, carente de personalidad, donde Allen Coulter, director del filme, no sabe darle su impronta. Sin duda alguna lo mejor de este previsible dramón son los personajes secundarios, el siempre efectivo Pierce Brosnan, que hace doblete en la cartelera, o Chris Cooper que son respectivamente los padres de las criaturas o la gran Lena Olin, que por cierto últimamente se prodiga poco, que da vida a Diane Hirsch.

Es una pena, pero esta cinta es la prueba fehaciente de que para Emilie de Ravin no hay vida tras la Claire de “Perdidos”. Es tan mala actriz como todos estamos viendo en la sexta temporada de la famosa saga catódica. La banda sonora posee fuertes aromas a Explosions in the Sky, sobre todo los temas relacionados con el personaje de Pattison. Con ello quieren darle una patina de rebelde sin causa al celebre actor crepuscular, y que para desesperación del respetable es un insulto tratar de hacer de este jovenzuelo una versión moderna de James Dean, que en este caso resulta ser tan edulcorado como descafeinado. Y no consigue que nos quitemos de la cabeza a Edward Cullen, que le ha marcado a fuego, y que posiblemente sea la tumba de su carrera, eso lo veremos con el tiempo.

El novel guionista, Will Fetters, por lo menos sabe generar una tensión sexual que va in crescendo, y que para suerte de sus fans, esta vez si verán resuelta a mitad de metraje. En un nuevo intento de alejarse de su poco ortodoxo vampiro de “Crepúsculo”.

Si os habéis fijado no hay ninguna frase destacada, porque para desgracia del espectador no la hay. Fetters no escribe nada destacable. Eso sí, sabe guardase un as en la manga, porque el desenlace del largometraje es tan inesperado como tramposo, tan esperable el destino del personaje como marciano el contenido del mismo.

Calificación: 3,5

CAPRICA

El pasado lunes 5 de abril a las 21:30 un servidor estaba pegado a la pantalla catódica porque daba comienzo “CAPRICA”. La factura de esta serie es impecable, es una espectacular producción de los creadores de “Galáctica”, Glen A. Larson, Ronald D. Moore y Remi Aubuchon. Así que estamos ante una precuela de la famosa serie de los 80. Pero ir aparcando los prejuicios porque está muy bien tejida. Combina con fluidez el drama, la acción, intriga y conflictos éticos derivados de decisivos avances científicos. Me encanta, porque los que me conocéis bien sabéis que me siempre he sostenido que los creadores cuando quieren criticar el presente, todos acuden al campo de la ciencia ficción, y este caso es el perfecto ejemplo porque este planeta y futuro lejano posee más de una similitud con nuestro presente.

“CAPRICA” cuenta cómo dos familias – los Graystone y los Adama, que se verán unidas por un atentado terrorista. En ese desdichado suceso los cabezas de familia perderán a sus respectivas hijas. Así ambos linajes evolucionaran, rivalizaran y prosperaran en el efervescente mundo de las 12 Colonias, una sociedad ficticia que sin embargo tiene infinitos puntos en común con el panorama actual en el mundo. Para recuperarlas Daniel Graystone tratará de introducir el avatar de su hija Zoe en el interior de un ser cibernético. Para ello obligará a Joseph Adama a cometer un delito de espionaje industrial. Todo ello en un mundo en el que un monoteísmo emergente rivalizará con los politeísmos. Así el escenario de esta serie estable un paralelismo más que interesante con el surgimiento del cristianismo. Así llegaremos a surgimiento de la inteligencia artificial plasmada en los Cylon, máquinas perfectas capaces de albergar un alma humana.

Así estos dos capítulos que hemos visto el lunes nos ofrece mucha acción mezclada con espionaje industrial y guerra de sexos, pero también fanatismo religioso y conflictos éticos relacionados con avances científicos. En definitiva, que todos tenemos una cita los lunes a las 21:30 horas en el canal SYFY con grandes dosis de pasión, intriga y de conflictivas relaciones personales en este drama familiar.

Tres son los pilares de esta serie, su buena producción, su gran argumento y su fenomenal reparto, encabezado por Eric Stoltz, cuyo rostro os sonará de “Anatomía de Grey” o “Chicago Hope”, seguido por la gran Polly Walker que nos fascinó a todos con su Atia de la casa Julia en “Roma” o Esai Morales que hemos recientemente en “Jericó”, acompañados por Paula Malcomson (Deadwood, Urgencias) y Alessandra Torresani, que da vida a la inquietante Zoe.

La primera parte de la primera temporada cuenta con 10 episodios, que promete mucho y os prometo que dará lugar a ríos de tinta en la blogosfera. No os la perdáis.

Calificación: 8,5

COMO ENTRENAR A TU DRAGÓN

Ir a ver “COMO ENTRENAR A TU DRAGÓN” es un es un excelente plan para hacer con los mas pequeños de la casa. Se trata de una bella historia sobre la amistad por encima de las diferencias, que gira en torno a un vikingo adolescente llamado Hipo, que vive en Isla Mema, en donde combatir a los dragones es el modo de vida habitual. Las opiniones bastante progresistas del adolescente y su poco convencional sentido del humor no caen muy bien ni a los de su tribu ni a su jefe… que además resulta que es Estoico el Vasto, el padre de Hipo. Cuando a Hipo le apuntan a Entrenamiento con Dragones junto a otros adolescentes vikingos Astrid , Patán Mocoso, Patapez, y los gemelos Brusca y Chusco. Hipo lo ve como una oportunidad para demostrar que tiene lo que hay que tener para ser un guerrero. Pero cuando se encuentra con un dragón herido, al que curará y terminará por hacerse su amigo. A partir de ese momento todo su mundo se vuelve del revés, y lo que empezó siendo una ocasión para que Hipo demostrase su valía se convierte en un oportunidad para cambiar completamente el rumbo futuro de toda la tribu.

Esta comedia de aventuras ambientada en el mítico mundo de fornidos vikingos y dragones que escupen fuego, está basada en el libro de Cressida Cowell. Lo mejor es que los guionistas Will Davies, Dean Deblois y Chris Sanders, autores de “Lilo & Stitch,” o “Mulan”, mejoran su trabajo y  tratan con mucha ternura a los personajes que están muy bien perfilados. Además, dotan de ritmo a la historia y salpican el drama de situaciones muy divertidas y diálogos muy ingeniosos. Dentro del marco referencial del filme firmado por Dean DeBlois y Chris Sanders podemos encontrar “Los vikingos” de Richard Fleischer, “Beowulf” de Robert Zemeckis o las aventuras del ogro verde mas famoso de Dreamworks, hablo de “Shrek”.

Los actores norteamericanos Jay Baruchel, Gerard Butler, Craig Ferguson, America Ferrera, Jonah Hill, Christopher Mintz-Plasse y T.J. Miller prestan sus voces a los personajes, para disfrutar de ellas obviamente hay que acudir a cines en versión original, cosa que desde aquí siempre os recomendaremos. He de confesar que yo la he visto traducida porque íbamos con varios niños. Aún así se disfruta mucho.

Los efectos están a servicio de correcto desarrollo de las aventuras. La acción hay que reconocer que es muy intensa, pero no os preocupéis porque los niños no se asustaron, por lo menos en mi caso, y son de los que no soportaron ni el trailer de “Percy Jackson” para que os hagáis una pequeña idea. El director usa la herramienta de 3D como un recurso narrativo, lo único es que las gafas les quedan grandes, así que el visionado es un poco guerrilla. Eso sí salimos todos enamorados de Furia Nocturna, sabre todo Rodrigo y Alejandro.

Calificación: 7

FURIA DE TITANES

Esta Semana Santa se ha estrenado una nueva versión de ese gran clásico llamado “FURIA DE TITANES”. Por ese motivo Videodromo ha decidido invitar esta semana al cine a Enrique Dueñas, sobre todo por su amor a la obra de ese genio de los efectos especiales que es Ray Harryhausen, que por cierto era el productor de la cinta dirigida por Desmond Davis, y también por su gran conocimiento del peplum, (para los de la ESO, cine de sandalias).

 Debo admitir que, aunque soy fan a muerte de la obra del gran Ray Harryhausen, nunca consideré “Furia de titanes” uno de sus trabajos más conseguidos. Por tanto, la idea de un remake no me disgustaba del todo, siempre que se respetase el sentimiento de aventura y el sabor mitológico del conjunto. Efectivamente, el susodicho sentimiento de aventura y el necesario sabor mitológico están ahí. Pero a los que no sean seguidores acérrimos del cine de fantasía heroica (como yo mismo), poco les aportará esta nueva versión de las aventuras de Perseo.

Se podría decir que este experimento significa hoy más o menos lo mismo que la épica de Desmond Davis hace treinta años. Ya veremos si la nostalgia (y las reposiciones de las tv autonómicas) la eleva al Olimpo cinematográfico como ha ocurrido con su antecesora. La «tecnología» ayuda a impresionar al público contemporáneo pero hace falta mucho más para aguantar el paso de los eones.

El argumento sigue fielmente los eventos que tienen lugar en el filme original y el tono general es también muy similar, conservándose cierto “sabor clásico” la mayor parte del metraje (más allá de un gratuito pero simpático cameo del pobre “bubo”). Se cambian de lugar un par de acontecimientos pero las diferencias se pueden contar con los dedos de la mano.

La variante fundamental es que aquí el conflicto principal está causado por una guerra sin cuartel entre los hombres y los dioses. Podemos apreciar un (muy diluido) mensaje “humanista” que aboga por el valor de la voluntad del hombre frente a los engaños de la religión. A este respecto, se agradece la existencia de un interés temático real… mejor resuelto sobre el papel que en la pantalla, eso sí. De hecho, el enfrentamiento entre mortales e inmortales se encuentra sobre-explicado y hace que nos preguntemos muchas veces el poder real que ostentan los segundos.

Desde el punto de vista exclusivamente técnico, hay que reconocer los impresionantes valores de producción (incluyendo escenarios y vestuario cuidados hasta el mínimo detalle) así como unos efectos especiales brillantes (que, al contrario de lo que parecía en un principio, no se limitan al uso de la animación CGI). Los diseños de criaturas, lugares y artefactos resultan muy atractivos, mientras que la fotografía destaca los hermosos paisajes de Tenerife. La banda sonora no parece especialmente memorable, pero acompaña con fidelidad a las imágenes, resaltando la acción frenética y la decadente civilización. Quizás aquella locura de contratar a “MUSE” habría significado un resultado artístico más notorio.

Los actores apenas tienen texto en el que apoyarse aunque resaltan el carisma de Liam Neeson y Pete Postlethwaite. Sin embargo, se notan ciertos errores de casting en opinión de quien este pergamino suscribe. Las damas no parecen encajar bien en sus papeles mientras que el antagonista de la función, Ralph Fiennes, tampoco es lo imponente que debería.

Es difícil ignorar como todo lo que ocurre parece visto mil veces (independientemente de la trama de la versión de 1981) y los escasos giros del argumento resultan tremendamente predecibles. Así tenemos a la típica compañía de dungeons & dragons, los diálogos de una sola línea, las innecesarias secuencias de entrenamiento y una subtrama de venganza (que eso es algo que entiende todo el mundo).

Curiosamente, el punto más original es el que menos funciona… la transformación de Andrómeda de interés amoroso a rol secundario. Aunque, a fin de cuentas, esto son detalles que uno podría ignorar si el director hubiese puesto el menor esfuerzo en dotar de cierta profundidad al argumento. Desgraciadamente, no es el caso.

Muchas películas de hoy día parecen el avance de algo “más grande” que nunca llega. Olvidan ofrecer una narración completa a cambio de que los 100 minutos obligados pasen de la forma más rápida e indolora posible. Toda la energía puesta por Louis Leterrier para mantener el ritmo del largometraje se pierde en, precisamente, lo más importante del arte de contar historias: el drama. Al final, no quedan sentimientos a los que agarrarse y nos importa bien poco quien vive o quien muere. Las poderosas imágenes que desfilan por la pantalla apenas logran transmitir nada, de forma que el relato queda diluido en el resumen de un resumen. Sencillamente, falta la “magia” que promete el título y que Ray siempre nos regalaba.

Una buena película, de cualquier género, debe contener distintos estados de ánimo y no sólo «acción». Pongamos un ejemplo concreto: incluso admitiendo que los trucajes de Harryhausen en aquel último trabajo NO eran los mejores de su carrera, la escena del enfrentamiento entre Perseo y Medusa posee una fotografía, una tensión, una iluminación y una dirección magistrales. Aquí es convertida en otro combate más. Emocionante, sí, pero sin ningún factor diferencial. Siempre nos quedará la duda de cual hubiese sido el resultado de usarse el primer guión de Lawrence Kasdan.

Si pagáis al barquero para entrar en la sala, os encontrareis con una entretenida película de aventuras mitológicas (de excelente manufactura visual) que, a pesar de su endiablado ritmo, lacra un desinterés total por caracterizar a sus personajes más allá de un par de rasgos distintivos o añadir la menor sorpresa a la trama. Un espectáculo especialmente recomendado para el público infantil. La publicidad nos hace creer que estamos ante un filme destinado a adolescentes alterados, que admiran el estilo salvaje y directo de “300” y “God of war”… pero serán los más pequeños de la casa los que de verdad disfruten con la aparición de sortilegios sin sutileza alguna, héroes intachables y terroríficos villanos. Las sagas helénicas son básicas en la cultura de occidente y aunque esta nueva incursión en el género no aproveche todo su potencial, sin duda se trata de una experiencia muy divertida.

PD: No diré nada de la conversión a las tres dimensiones. El tan cacareado “3D moderno” me suele resultar poco atractivo y nada espectacular pero es que en esta ocasión, directamente, he sido incapaz de apreciar el menor relieve.

Calificación: 6,5