Videodromo una semana más os recomienda el visionado del último largometraje de David Fincher «La red social«. Detrás de ese proyecto estaba el guionista Aaron Sorkin. Se licenció en Teatro por la Universidad de Siracusa en 1983. Debutó como guionista en Broadway a los 28 años con el drama judicial bélico “Algunos hombres buenos” por el que recibió el John Gassner Award al Mejor Guionista Revelación Estadounidense. El año siguiente se representó en Broadway su obra “Making Movies” y en 2007 regresó con “The Farnsworth Invention”, dirigida por Des McAnuff. Su adaptación al cine de Algunos hombres buenos fue nominada a cuatro Oscars®, incluyendo Mejor Película, y a cinco Globos de Oro, entre los que figura Mejor Guión. Su éxito se amplió con guiones como el de Malicia, protagonizada por Alec Baldwin y Nicole Kidman, y El presidente y Miss Wade, protagonizada por Michael Douglas y Annette Bening. Sorkin produjo y escribió la serie de televisión “Sports Night” para la cadena ABC durante dos años, ganando el premio Humanitas y el Televisión Critics Association Award. Pasó los siguientes cuatro años escribiendo y produciendo la serie de la NBC “El ala oeste de la Casa Blanca”, que ganó el Premio Emmy a Mejor Serie de Drama cuatro años consecutivos. Por su trabajo en la misma serie, Sorkin recibió de nuevo el premio Humanitas en dos ocasiones y el Televisión Critics Association Award en tres. Asimismo, ganó un Globo de Oro, un Premio del Sindicato de Guionistas y tres Premios del Sindicato de Productores. En 2006, Sorkin escribió el guión y produjo la serie de la NBC “Studio 60 on the Sunset Strip”. Sorkin también es el guionista de la película de 2007 La guerra de Charlie Wilson, dirigida por Mike Nichols y protagonizada por Tom Hanks, Philip Seymour Hoffman y Julia Roberts.
Sorkin adaptó recientemente al cine Moneyball (Sony Pictures), dirigida por Bennett Miller y protagonizada por Brad Pitt, actualmente en producción. Además Sorkin se ha hecho con los derechos del bestseller de Andrew Young The Politician, acerca de la caída del ex senador John Edwards, que adaptará y producirá junto a Scott Rudin.
Pero sin duda por lo que saltó a la fama fue por haber creado y escrito los guiones de una de las series más interesantes del mundo televisivo, hablo de “El ala oeste de la Casa Blanca”. Su ingenio, rapidez de diálogos, verosímiles en cualquier ámbito de la vida, da igual que sea el político, el médico o el militar. Es muy preciso con cada palabra que usa. El guión de “La red social” es un perfecto ejemplo de ello, y estas son algunas muestras de su talento…
Por qué no te concentras en sacar la mejor versión de ti mismo.
Erica Albright
Y será la primera vez que alguien mienta estando bajo juramento.
Mark Zuckerberg
Tenemos una idea que queremos contarte.
Tyler Winklevoss
La diferencia es la exclusividad, ¿verdad?
Mark Zuckerberg
No soporto ese vídeo de las cataratas del Niagara que no tiene nada que ver con el Caribe.
Mark Zuckerberg
Es un mundo en el que la estructura social lo es todo.
Eduardo Saverin
Situación sentimental, eso es lo que mueve la esencia universitaria.
Mark Zuckerberg
Tenemos groupies.
Eduardo Saverin
Esto es Harvard, donde no se publican chismes ni se denuncia a nadie.
Cameron Winklevoss
En Harvard todo el mundo inventa algo.
Rector de Harvard
La moda nunca acaba.
Mark Zuckerberg
La intimidad personal es una reliquia del siglo pasado.
Sean Parker.
Mientras tu entras en cien unis yo te meteré en dos continentes.
Sean Parker.
Queréis un consejo, quitarle el “The”, sólo “Facebook”, es más limpio.
Sean Parker
No me hables de la importancia de ser el primero.
Cameron Winklevoss.
Jamás le pidas disculpas por perder así.
Padre de los hermanos Winklevoss.
Me gusta estar a tu lado Sean, porque eso me hace parecer un tipo duro.
Eduardo Saverin
Cada mito de la creación tiene su emoción.
Marylin Delpy
No eres un gilipollas Mark, aunque te esfuerces en parecerlo.
Marylin Delpy
ENTREVISTA A AARON SORKIN
P: Empecemos por el principio. ¿Por qué una serie de relatos contradictorios?
AARON SORKIN: Bueno, porque había relatos encontrados, y en vez de escoger solo uno de ellos y decidir si era el “verdadero”, o el más interesante, pensé que sería más emocionante dramatizarlos todos. Las narraciones contradictorias son la historia. Y la narrativa del tipo “y luego pasó esto” es más del terreno de la película biográfica convencional que de lo que yo quería escribir.
P: ¿Cuánto investigaste?
A. S.: Tanta como pude. Tuve un número de conversaciones directas en primera persona y con muchos de los personajes representados en la película – y también con otros tantos que estuvieron presentes en el origen de Facebook. No puedo revelar fuentes, pero esas conversaciones fueron extensas y detalladas; fueron también fascinantes porque la percepción que tenían todos de los eventos era diferente. Gran parte de la película narra incidentes que ocurrieron entre dos personas en una habitación hace siete años. Aún ahora, esas personas todavía no se ponen de acuerdo en lo que pasó entre ellos, tras demandas y declaraciones y acuerdos – e hice todo lo posible para caracterizar con precisión esas desavenencias. Los desacuerdos son los que conducen la historia. Una persona obviamente no va a actuar de la misma manera si estuviera inmersa en una demanda que si estuviera en una residencia de estudiantes o en una fiesta de temática tropical o cuando su novia lo está dejando, así que las entrevistas en primera persona fueron inestimables. El blog universitario de Mark fue invaluable. El Harvard Crimson fue invaluable. Ben Mezrich muy, muy generosamente compartió conmigo su propia investigación. Nunca vi el libro hasta que el guión estuvo casi terminado porque él estaba escribiéndolo a la vez que yo escribía el guión, pero la investigación de Ben fue invaluable. Hay una ecología en el centro de esta historia – y es la ecología que yo necesitaba para hacer entender a la audiencia. Ésa era mi meta: saber suficiente de los hechos, ser tan versado con la selección de la información en todas estas afirmaciones contradictorias, para que yo pudiera ser detallista y específico y antropológico con las personas y los lugares y los hechos – porque la amplitud emocional de lo que estos chicos hicieron, comenzando en la suite H33 en Kirkland House, es lo que me llevó a esta historia en primer lugar. Y quería hacerle justicia.

P: ¿Te diste cuenta de inmediato que la decisión estructural que hiciste abriría la escritura?
A. S.: Al principio estaba perdido porque pensé Dios mío, no hay dos personas que cuenten la misma historia – pero luego pensé, Espera, esto es genial – no hay dos personas que cuenten la misma historia. Eso es lo que voy a hacer. Así que se me ocurrió la idea de las declaraciones paralelas. No solo se podían dramatizar las diferentes versiones de la verdad, pero también podía ponerlos a todos en una habitación y tener a Mark sentado cara a cara con sus acusadores.
P: Tras encontrar esa recurso estructural – lo que potenciaba el drama ¿sabías que también habías encontrando un recurso temático?
A. S.: No lo sabía, y esto es normal para mí – el tema no se me hizo aparente hasta muy avanzado el guión. Cuando empiezo a escribir, no estoy pensando en los temas inmediatamente, estoy pensando en el motor del coche – cuál es el argumento de esto, cuál es la intención y el obstáculo, dónde empiezo y dónde acabo y cuál es el viaje que hacemos entre medias. Luego en el proceso, los temas se hacen aparentes y después trabajas en pulir el guión, le das relieve a esos temas y se vuelven parte de la película. Como dije anteriormente, cuando me di cuenta de cuál era la estructura del guión, en sí misma, una manera de dramatizar temáticamente lo que describe la película – que es, de alguna manera, que ninguna persona es solo una cosa – fue emocionante. Me di cuenta que con un mecanismo estructural – con una forma práctica y técnica de contar la historia – había también encontrado un camino para adentrarme en los temas de la película y en sus personajes. Pero inicialmente lo que me cautivó eran las matemáticas de esto, y por supuesto la investigación fue fantásticamente provocadora, pero sinceramente la magnitud de la idea no se me manifestó hasta que empecé a escribir las escenas. Cuando comencé a generar páginas, comprendí claramente que la estructura también era la columna temática de la película…
P: ¿Cómo hiciste con Mark?
A.S.: Siempre que escribo un antagonista, quiero escribir al personaje como si éste estuviera presentando su caso ante Dios de por qué le debería de permitir entrar en el cielo. Las personas no son del todo buenas ni del todo malas y ciertamente Mark no es ninguno de los dos. Pero solo hay una persona en la tierra que podría haber hecho lo que él hizo. Mark es un chico con una visión social utópica y una enorme habilidad técnica que es pura imaginación, y está muy motivado a hacer lo que está a punto de hacer. Tiene la visión y tiene el cerebro – pero algunas personas y cosas se destruyen en el camino. El fallo en el ideal utópico de Mark – que el éxito resolverá todos sus problemas (cuando por supuesto no lo hace), que una red social nos acercará a todos cuando a decir verdad ha hecho lo contrario – es de lo que yo quería escribir. Las contradicciones en este material eran emocionantes para mí. El hecho de que alguien con una torpeza social enorme y casi incipiente cree una visión de una red de interacción social, un terreno público donde esencialmente las personas no tienen que estar en la misma habitación para comunicarse – bueno, era bastante tentador. Además para mí existe una idea tremendamente dramática que hace que Mark sea no solo el creador sino también el destructor – y es un tema fantástico del cual escribir, ya que la mayoría de nuestros grandes creadores son de alguna forma destructores. Nuestros constructores visionarios frecuentemente son igual de adeptos destruyendo lo que les precedió que lo que está delante de ellos cuando empiezan a darse cuenta de lo que supone realizar su visión. Hay muchísimos ejemplos: es un gran tropo de lo que quiere decir la gente cuando describen ‘el carácter americano’. Mark es como una iteración del siglo XXI de un personaje como Fitzgerald o Dreiser. ¿Cuándo volvería a encontrarme con un personaje así?
P: ¿Van de la mano la creación y la destrucción?
A.S.: Algo que sí te puedo decir con seguridad es que la creación, y destrucción son parte contar una historia. Y para que sea una historia, alguien tiene que pagar algún tipo de precio para ese éxito enorme, y Mark lo hace. Esa es la razón por la que pude hacer de él el personaje central de la película. El otro lado de la pregunta que espero que se pregunte la gente es cuánta destrucción es real, y cuánta se proyecta en Mark por las personas que creyeron ser destruidas por él. Quería dejar espacio para que las personas decidieran por sí mismas. Creo, sin embargo, que a pesar de lo que destruye la relación, y cuán central es Mark en todo lo que sucede, a Mark le importa Eduardo. Hay momentos en la película que lo demuestran claramente y son muy importantes para mí – particularmente cuando están hablando del padre de Eduardo y cuando Mark intenta que Eduardo deje Nueva York y se vaya a Palo Alto – pero creo que en la película lo que Mark entendió fue que Eduardo no tenía lo que tenía que tener para hacer el trabajo, que Eduardo no iba a poder mantenerse al día con lo que se había convertido de repente esta compañía. Que Eduardo era un buen jefe financiero en la residencia de estudiantes, pero que no podría ir más allá de eso. Y después el impresionante Sean llegó con unos abogados muy imponentes y dijo, Ey Mark, es por el bien de tu amigo más que por otra cosa – ¿preferirías que Eduardo tuviera el 30 por ciento de nada o una fracción de un porcentaje de algo que valdrá mil millones de dólares? Estos personajes ponen a Mark en una situación en la que quitan el cuchillo de sus manos cuando tenía que matar a Eduardo. Lo hacen para que Mark se diga a sí mismo, Estoy haciendo algo bueno, no solo para Eduardo, sino también para la compañía – la compañía es importante – y también para el mundo porque Facebook será importante para el mundo. Creo que personas listas hicieron que la decisión fuera fácil para Mark. La manera en que concebí a esos tres personajes principales es ésta: Sean y Eduardo son figuras familiares para Mark. Durante casi toda la película, Eduardo es el compás moral de Mark – no puedes hacer esto, tienes que hacer aquello, la granja de animales fue una mala idea, los Winklevoss van en serio. Sean se aparece, y va a ser la persona que se deshaga de Eduardo. Este es un chico que quiere montar una fiesta pero antes quiere asegurarse de que los padres de Mark se han ido antes de traer el barril de cerveza. Haciéndose con la conciencia de Mark, Sean es capaz de llevar las cosas donde él necesita que vayan. Esta es una película que siempre que puede intenta girar la perspectiva y mostrarte las distintas partes de la historia. Tanto sugiere como niega rotundamente que Mark pudo haber orquestado la caída de Sean.
P: ¿Qué es lo que persigue Mark?
A.S.: Reinvención, proyección, inventar tu yo idealizado – estas ideas son gran parte de lo que significa Facebook para nuestro momento cultural actual, y son gran parte de lo que creo que es la película. Mark quiere reinventarse a sí mismo. En casi toda la película, quiere reinventarse como Sean Parker, quien también se reinventó a sí mismo. Sean era un nerd en el instituto que se rehízo por completo y se convirtió en un adulto tranquilo, que está cómodo en discotecas, cómodo en reuniones con hombres de negocios importantes, que es bueno con las mujeres. Mark quiere ser capaz de reinventarse también, y todo el que usa las redes sociales, todos los que usan internet, saben que puedes estar tú en tu habitación en el ordenador y no ser la persona que no te gusta en la vida real. Así que si ves un mensaje tan simple como: ¡Anoche fue noche de chicas! Comí demasiados calamares. ¡Más me vale ir al gimnasio hoy! – esa es una persona que quiere ser Ally McBeal, que se quiere reinventar con una especie de guión de comedia como la chica de al lado, como la chica de las chicas. Están usando ese tipo de lenguaje. Lo que atrae a las personas a Internet – lo que atrajo a Mark – es el anonimato relativo y la habilidad de reinventarte a ti mismo. Como escritor me gustaría que todos pensaran que soy tan rápido y listo como los personajes que escribo – no lo soy – y por eso no es difícil para mí entender por qué las personas son atraídas por las redes sociales. Quieren re-escribirse y pulirse antes de darle a la tecla de “enviar”.
P: Una de las principales formas en la que tus personajes se posicionan y proyectan es la verbal, a través de lo que dicen – ¿podrías comentar el uso del lenguaje?
A.S.: Envidio a los escritores visuales que son capaces de contar historias a través de las imágenes que describen, pero eso es algo que yo no puedo hacer. Escribo personas que hablan en una habitación. De hecho, pensé que sería todo un reto para mí escribir esta película porque estos personajes son mucho más jóvenes de los que estoy acostumbrado a escribir. Pensé que necesitaba escribir, literalmente, en un idioma diferente, en el idioma de la juventud – y después de detenerme y empezar un par de veces la página uno, decidí que “esto no va a funcionar”. Antes que nada, no todos los jóvenes de 19 años hablan igual y esto sonará ridículo si intento imitar el sonido de los jóvenes y hippies. Pensé, Voy a escribir de la forma en que escribo y pondré tanto de mí mismo como pueda. Conozco quien es este chico, es una versión de mí mismo, y haré mejor el guión si lo reconozco y lo hago tan cercano a mí persona como pueda. Distintos personajes tienen distintas habilidades en el lenguaje. Para Mark, socialmente, hablar en alto es un reto particular porque en cierto sentido sabe que no saldrá de la forma que quiere, especialmente con las mujeres – así que siempre pongo ese reto en sus narices empezando con la primera escena con Érica. Pero en el guión el lenguaje es también un arma que Mark está usando, que los abogados están usando, que los Winklevoss están usando, que Eduardo y Sean están usando. Contiene toda la historia – el análisis de información, quien le dice qué a quién, la manera en que los personajes pueden responder preguntas con verdades parciales o verdades ensombrecidas – todo está en las grietas de cómo hablan.
P: Mark parece mucho más cómodo en las salas de deposiciones que en la parte de Harvard de la película
A.S.: Mucho más. Eso era muy importante para mí y para David, porque cuando vamos a la declaración cinco años más tarde – queríamos que Mark fuera más fuerte, tuviera más confianza, una persona más tranquila que ha atravesado el fuego para llegar a donde está ahora. Y no va a permitir que se lo quiten. Está en una habitación con personas terriblemente listas, pero es el más listo de todos. Una de las cosas que hace que Mark sea el protagonista es que en las salas de declaración está en desventaja. Esta siendo golpeado por un grupo de abogados carísimos a quienes se les paga para destruirlo y él está más que aguantando el tipo.
P: ¿Podrías hablar más de David Fincher? Hay muchos temas centrales del argumento y los personajes de la película que David y tú no veis de la misma manera –¿acaso importa?
A.S.: No, no importa. Hay muchos asuntos que tú y la persona que está sentada a tu lado en el cine no vais a ver de la misma manera. David y yo estuvimos de acuerdo en cómo debe verse y sonar cada escena – estábamos completamente de acuerdo en cómo queríamos que fuese la película – pero definitivamente discrepábamos de cuando en cuando en quién tenía la razón y cuáles fueron sus motivaciones exactas.
P: ¿Parte de esa tensión aparece reflejada en la película?
A.S.: Creo que sí. Espero que sí. Por ejemplo, creo honestamente que al final de la película Mark siente remordimiento – y David no está tan seguro. Creo que es genial porque me encantaría que eso se discuta en el aparcamiento, en la salida del cine.
P: ¿Qué crees que aportó David a la película?
A.S.: Podría hablar eternamente de eso. Antes que nada, se trata de un matrimonio no intuitivo entre material y director. Como dije antes, escribo personas hablando en habitaciones, y David es incomparable como director visual – así que no pensarías inmediatamente en él para un guión mío. Pero David adoptó todo el lenguaje en la película, y añadió un estilo visual cautivador que realmente hace crecer el guión, cosa que no hubiera sido posible si se tratase de un director menos talentoso. David también entendió cómo sacar lo mejor de cada actor. Una de las cosas que él hacía que más me gustaba era el número de tomas que sacaba. A veces 70, 80, 90 tomas simplemente para agotar a los actores, para sacarles a golpes la actuación del cuerpo y que naturalizaran el lenguaje. Por ejemplo hay una escena con Mark y Eduardo en la casa de Palo Alto, en la que Eduardo llega a media noche a San Francisco y se están gritando el uno al otro. Comenzamos a eso de las siete de la tarde pero a David realmente no le convenció hasta pasada la media noche cuando Jesse y Andrew estaban exhaustos, y de pronto, la escena cobró vida. También tomó muy buenas decisiones por su cuenta. En el guión, yo había indicado tras la primera escena en el bar con Érica que seguiríamos a Mark a su habitación, pasando entre otras personas y otros estudiantes que están muy vivos y felices mientras Mark está muy concentrado y en su propio mundo. En el guión yo pedí música alta, brusca, que tuviera mucha energía para resaltar el paseo. David no hizo algo un poco diferente– le dio una vuelta de 180 grados de diferente. El sonido se hace muy silencioso y casi introvertido. En esta parte la música industrial de Trent Reznor está muy baja, y oímos por primera vez el comienzo del tema musical de Mark – pero está en modo semi-silencioso así que oímos un poco de sonido ambiental, pasos, un poco del violín. Está describiendo la soledad y la alienación, y es mucho mejor y más original que cualquier cosa que tuviera yo en mente. Yo escribí ira, y David le dio ira y además le aporto una extraordinaria tristeza. Creo que en realidad ese es el momento, la secuencia del título, que le dice a la audiencia “esta no es la película de la universidad de tu padre”. Esa es solo una de las innumerables cosas magníficas que aportó David a la película.
P: ¿Qué hay de ti? ¿Qué parte de ti estás escribiendo en este material?
A.S.: A todos nos llaman perdedores al crecer. Algunos somos capaces de olvidarlo antes que otros. Todos sentimos que queremos formar parte de la vida social. Todos sentimos que no estamos sentados a la mesa de los chicos populares. Fue bastante fácil poner esa parte de mí en la película. Otro aspecto de mí mismo – un aspecto más adulto – es que cuando escribes una película o un programa de televisión o una obra que tiene algún tipo de perfil, puedes contar con que saldrán personas y te dirán que ellos lo escribieron hace diez años y tú se lo robaste. Es algo grande y horrible que te enfrenten con algo así. Así que fue muy fácil para mí comprender a Mark en ese sentido – sin duda me he sentido marginado en diferentes momentos de mi vida, y también han cuestionado la veracidad de mi trabajo. Estas son experiencias comunes – todos sabemos lo que es ser cuestionado, ser desafiado – y son muy significativas para mí como escritor. Ambas definitivamente influenciaron la forma de plantearme el guión. Y después hay cosas más profundas de las que no te voy a hablar.
P: Entonces, ¿la herida que Mark no se puede rascar es la ira? ¿Cuál crees que es?
A.S.: Creo que es la soledad y un sentido del valor personal – que, por alguna razón, un chico que fue a Exeter, que va a Harvard, que tiene un CI altísimo y quien es claramente capaz de hacer lo que le gusta, no se siente conocido. Él está seguro de que es un perdedor, que nadie lo entiende ni puede entenderlo – y el mundo que está viendo, que usa como espejo, refleja esto. Ahora, en el caso de Mark, la idea del valor personal se ha transformado en ira. Ira real. Ira muy afilada. Pero la ira es su combustible.
Habrá gente que dirá que los Winklevoss – que viven en el mundo imaginado del que quiere formar parte Mark – son los villanos de esta película y que Mark es el héroe. Pero Mark también piensa que el mundo está por debajo de él. Construyó este algo asombroso de la nada absoluta y lo hizo mientras las personas picoteaban sus tobillos, y lo hizo en un lugar donde alguien como él no puede operar con la misma facilidad que alguien como Tyler o Cameron, o incluso Sean.
P: ¿Estarías de acuerdo con ellos? ¿Crees que Mark es el héroe?
A.S.: He estado diciendo que Mark es un antihéroe que se convierte en el héroe trágico al final de la película porque paga un precio en el camino y creo que está experimentando un tremendo remordimiento. Ha perdido a su mejor, y tal vez único amigo. Ahora todo el mundo – no solo esta película, sino por cada artículo que leas sobre él, cada entrevista de Diane Sawyer o Leslie Stahl – lo presenta como alguien que específicamente no es un héroe. Como un chico muy torpe que está mirando tanto hacia el futuro que no puede estar presente en el ahora. Esto me impactó. A nadie le gusta un multimillonario de 26 años. Así que Mark paga ese precio. Paga el precio de perder a su mejor amigo, y creo que al final de la película, particularmente cuando lo vemos intentando ser amigo de Érica, siente remordimiento y trata de juntar otra vez las piezas. Y en cierto sentido, aunque no esté consciente de ello, sabe que no puede.
P: Háblanos de ese final. Por la forma en la que Érica dice que Internet no se escribe en lápiz, ¿es Mark víctima de ello?
A.S.: Absolutamente. Cuando estaba escribiendo el guión, no podía esperar para escribir el final. Cuando estás escribiendo algo – cuando haces el primer borrador – hay cosas que sabes, pero la mayoría de las cosas no. Estás caminando en la oscuridad y esperas que cuando llegues, sabrás qué escribir – pero, entonces, a veces, sabes que existe este lugar bonito donde puedes hacer fotos a ochenta kilómetros de aquí. Sabes exactamente lo que vas a escribir. Siempre supe que al final, en una escena muy tranquila, lo que dañaría a Mark sería la entrada del blog de los animales de la granja, esto que ocurrió un martes por la noche, cuando Mark estaba borracho, enfadado, herido, y con sus amigos, donde lo único que hizo fue sugerir la posibilidad que podría hacer esto. Ahora, entra esta joven abogada interpretada por Rashida Jones que es la voz de la razón, una sustituta de la audiencia, y dice, Escucha, no importa cuáles sean los hechos del caso, porque un jurado – un jurado de humanos – decidirá esto, y van a verte y oirán el testimonio de la granja de animales y dirán, “No me importa a quién, pero quiero que este chico haga un cheque. Quiero que sea castigado.” Sí, a Mark le hunde el hecho de que Internet se escriba con tinta – y eso por lo que estás agradecido como guionista. Esto también, fundamentalmente, tiene que ver con la naturaleza de Internet y lo que nos ha hecho como personas. Lo que nos llama la atención a todos de Internet es precisamente la que nos permite ser maleducados, malos, racistas, enfadados, estúpidos, amargados –todo en el manto de la oscuridad. Es igual que si estás sentado en un partido de los New York Giants –una persona ebria sería capaz de gritarle al jugador la cosa más ofensiva y maleducada, que nunca le diría si se lo encontrara media hora después en el aparcamiento. Pero lo pueden gritar desde la multitud. Desde mi punto de vista, eso es lo que es Internet. Es una gran multitud anónima.
P: ¿Te importa si nos gusta Mark a esa altura? ¿Eso es parte del campo de batalla que describe el personaje de Rashida?
A.S.: Es una batalla, eso seguro. Incluso destacamos esa palabra al final-aceptación. En las películas, la palabra gustar se emplea en el sentido de “te gusta” George Clooney en una película, “te gusta” Spencer Tracy en una película – desde el momento en que entran sabemos que nos gusta este chico, “estamos” con ese chico. Es más difícil que te guste Mark, y quiero que sea difícil. No puede ser una historia si no nos importa si vive o muere – así que quiero que sea difícil que nos guste Mark, pero también quiero que nos guste, incluso si no estamos seguros si nos debería de gustar. De vuelta a Rashida al final de la película, creo que su personaje dice lo que yo siento, No eres un mal chico, pero estás intentando serlo porque crees que eso es lo que tienes que ser para romper el muro de cristal entre tú y el mundo que crees que existe. Cuando digo el mundo que crees que existe, quiero decir esto: Al principio de la película, vemos una fiesta en la que Mark no está – la fiesta para los Phoenix. Es una gran fiesta. Es la fiesta a la que todos desearíamos ir. Todos se divierten. Chicos, chicas, drogas, sexo, rock and roll. Todo. No sabemos si la fiesta es real o si existe en la cabeza de Mark como aquel lugar en el que no puede estar mientras está haciendo todo esto, pero creo que – como todos nosotros – a Mark le gustaría sentirse como parecen los demás. Mark quiere sentir como parecen las personas en un anuncio de Coca-Cola. Es allí donde quiere llegar.
P: ¿Cuánto de lo que Mark hizo se debe a su edad?
A.S.: Esa es una muy buena pregunta. Creo que se debe a su edad por dos razones. Una, cuando tienes 19, esa es la edad en la que la aceptación social se convierte en lo más importante para ti. Pero también tenía 19 en un momento en que todo era posible en Internet. Acabo de leer algo que me ha dejado asombrado: cuando Neil Armstrong pisó la luna en 1969, la edad media de los hombres en control de la misión era de 26 años. Lo que significa que cuando Kennedy dijo que íbamos a la luna, esos chicos tenían 18 años – era un momento en el que cualquier cosa era posible. Fue igual para Mark tener 19 en el 2004. La meta original de Facebook era plasmar la vida universitaria en Internet. Iba a ser una cosa universitaria. Nada más – se trataba de un chico que se sentía excluido y quería encontrar una manera no solo de estar dentro sino de ser el dueño. Como esa frase que le hago decir: “Como en un Club donde somos el presidente”. Creo, que más que nada, Mark quería sentirse apoderado – quería convertirse en la versión súper mejorada de sí mismo probablemente sin darse cuenta que tal vez tendría que pagar por eso. Mira, no sé exactamente lo que estaría pensando Mark cuando creó Facebook—no puedo entrar en su mente—pero lo que creo, a pesar de todas las personas que con razón se preocupan por temas de privacidad y ahora afirman que existen razones viles que motivaron lo que hizo – es que en el momento del origen, él no estaba pensando en el fenómeno global en que se convertiría Facebook – estaba pensando en algo que llamaría la atención de los estudiantes de Harvard. Eso era todo. Y cuando llamó la atención de los estudiantes de Harvard, las células siguieron dividiéndose, y aquello seguía creciendo, y él siguió haciendo uso de su brillante imaginación. Pero al principio, su idea inicial no era construir algo que, si fuera un país, sería el tercer país más grande del mundo. Él no pensó que iba a construir una empresa que, en términos de ganancias, sería del tamaño de General Motors. Simplemente estaba haciendo algo que le daría suficiente caché en el campus como para entrar en un club.
P: ¿La verdad importa en esta película?
A.S.: Por supuesto. Pero en este caso, la verdad es subjetiva, los hechos no lo son, pero habrá gente que dirá, Vamos, no seas loco. Él le robó la idea a Cameron y Tyler. Sin Cameron y Tyler, no habría Facebook. Así de sencillo. Otros dirán, Estás mal de la cabeza. Primero, Facebook no era de Cameron y Tyler – era una página de citas y buscar pareja. Segundo, aquí están todas las pruebas que necesitas – Mark no usó un solo código de Cameron y Tyler. No usó una sola palabra que estuviera en la novela escrita por ellos para escribir la novela que él escribió. Puedo argumentar con facilidad los dos lados, y me encantó hacer ambos argumentos en el guión. Pero la base de mi capacidad de hacer que ambos argumentos fueran creíbles fue la investigación. Sin ella, sin estar sumergido en los hechos, sería ficción – y esto no es ficción. Todas las partes en los dos litigios entraron en una sala, juraron por una biblia que lo que estaban diciendo era la verdad, y luego contaron tres historias dispares. Así que tuve que trenzar de alguna manera esas historias que los participantes aseguraban que eran ciertas, y organizarlas en una madeja grande de lana para poder describir una verdad más grande, que francamente para mí es la diferencia entre un argumento y una historia – no solo cómo pasó sino por qué pasó.
P: ¿Hay precedentes de esto para ti? Obviamente Rashomon es un poco la plantilla para esto – una estructura en la que no nos dicen por seguro qué ocurrió exactamente y la verdad se nubla por perspectivas diferentes de los hechos específicos de la historia.
A.S.: Claro que Rashomon es una plantilla, y una de la que David y yo hablamos a menudo. Eva al desnudo es un gran ejemplo, un guión brillante, pero sabes, yo me crié amando los dramas de tribunales y eso está en mi sangre. Lo primero que escribí fue un drama de tribunal. En cualquier drama de tribunal, tienes diferentes versiones de una historia, y estás constantemente cambiando de opinión sobre quién dice la verdad. Casualmente, vi hace poco 12 Hombres sin piedad – que no veía desde hacía mucho tiempo – y pensé, esta es la película que acabamos de hacer. “Cinco hombres sin piedad” Empiezas esa película pensando lo que todos piensan en esa sala excepto lo que piensa Henry Fonda – esto es un caso claro, este chico acuchilló a su padre. Pero luego salen cosas pequeñas a la luz – espera un segundo, el testigo no llevaba puestas las gafas, estaba al otro lado de la calle, podía haber ocurrido esto, podía haber ocurrido aquello. No es un caso claro, y uno por uno, el jurado pasa de tener 11 votos contra 1 a 12 votos contra 0 pero en la otra dirección. En La Red Social, tomamos una serie de hechos, y construimos una verdad. De hecho, para ser más específicos – hicimos tres verdades. No es solo una historia verdadera, son tres historias verdaderas, entretejidas una dentro de la otra. Si imaginas que los hechos que no están en desacuerdo son puntos que tienes que unir, nosotros hemos unido esos puntos y hemos hecho una figura. Pero entre esos puntos hay a) un personaje y b) el hecho de que tú eres el que decide cuál es la verdad. No te decimos ‘ésta es la única verdad que hay.” Proponemos una variedad de verdades – tres, a decir verdad, todas ellas bajo juramento por tres grupos de litigantes, cada uno con la potencial amenaza de perjurio– para intentar buscar una verdad más grande: las condiciones que causaron todo esto y que hicieron que fuera posible. Creo que es una gran pregunta, una cosa importante de la qué hablar, porque hay mucha discusión sobre ello y porque Facebook y Mark están diciendo que esta película es ficción. Pero no quiero responder a la pregunta diciendo: Bueno, ¿quién puede saber realmente cuál es la verdad? Porque sí podemos decir cuál es la verdad. No hay nada en esta película que afirmemos como hecho que no sea un hecho. Las cosas que decimos que son hechos, simplemente hechos. Puedes ver cada película que pensamos es una gran película basada en hechos reales – sea Todos los Hombres del Presidente o La lista de Schindler o Tarde de Perros o El Dilema o La Reina – y hay boyas en el agua que son esos hechos en los que las personas estuvieron de acuerdo en que sucedieron, y como escritor tienes que nadar de una a otra. Peter Morgan no tiene ni idea de la conversación que tuvo lugar entre la Reina y su marido – nadie lo sabe, pero tiene una lista de hechos que sabe que ocurrieron y después se hizo escritor. Leí en un artículo del New York Times, esta mañana a decir verdad, sobre las memorias de Tony Blair, donde Blair describe un momento privado con la Reina que es casi idéntico a una escena de la película. En las memorias de Blair, la Reina le dice a Tony: “Eres mi décimo primer ministro. El primero fue Winston. Eso fue antes de que nacieras.” Y en la película, la Reina le dice a Blair: “Es mi décimo primer ministro, Señor Blair. Mi primero ministro fue Winston Churchill.” Peter Morgan escribió la escena para la película desde su imaginación – la inventó, es completamente ficticia – y aún así Blair mantiene que nunca ha visto la película. Lo gracioso, por supuesto, es que, en ese momento, Blair no escatimó recursos para decir que la película era ficticia.
P: ¿Tu intención era escribir esa clase de película?
A.S.: Venero esas películas, y quería que La red Social continuara esa tradición. Ciertamente esos son los puntos de referencia a los que apuntaba. Pero realmente solo me di cuenta de la magnitud de la oportunidad cuando ya estaba sumergido en el tema – en la búsqueda y en la escritura – y descubrí, en el sentido más básico, que esta era una oportunidad única para escribir una versión híper-moderna de la película clásica americana. Esta historia tenía todos los temas americanos sobre los que desearía algún día poder escribir – justicia, poder, clase, dinero, codicia, soledad, traición, recibir lo merecido, el sueño americano, el perdón. Y para mí eso es lo importante, la oportunidad de traficar en todos los temas clásicos del cine americano, pero en un contexto súper contemporáneo y auténtico. El recorrido de la película no es ni más ni menos que una versión moderna de una historia de pobre a rico de Horacio Alger, pero nuestra versión del personaje de Alger es un bebé pirata informático, y su viaje es de pirata informático a Director Ejecutivo. Él es un chico solitario en una residencia universitaria, con un instinto anarquista y todas estas motivaciones de las que hemos estado hablando, y en un corto período de tiempo se convierte en una figura muy importante en el mundo. Y es, por naturaleza, el mundo moderno – el mundo en el que vivimos ahora. Es un tema de ensueño para un escritor, y no estoy seguro de haberme dado cuenta de lo que era hasta que lo estaba haciendo.
P: ¿Qué significa ser un pirata informático y qué significa para esta película el hecho de tratar de un pirata informático?
A.S.: Mira, no hubiera podido decirte nada del mundo de la piratería informática antes de empezar a escribir esta película, pero va– puedo decírtelo ahora – fundamentalmente de anarquía. Los piratas informáticos son, por naturaleza, anarquistas. Se trata de desafiar al establecimiento, de destrozar lo que tú crees que se entromete en tu camino. Tomemos Facemash, que creó Mark al principio de la película, como ejemplo. Con Facemash da rienda suelta a piratería informática virtuosa. En la película, vemos que Mark es completamente brillante en esto, pero está pirateando, no nos equivoquemos. El punto al que quiero llegar es que Mark no cree que haya nada malo en lo que hace. En otras palabras, el credo del pirata informático es: Mira, si puedo entrar en el ordenador de tu banco y robar un millón de dólares, lo hice legítimamente. Vencí tu sistema. Estábamos jugando un juego y vencí tu sistema y gané. Es la misma lógica que dice que si puedo encontrar alguna manera de entrar en tu coche, es mío. ¿Y contra quién se rebela Mark? Contra las personas que de alguna manera hacen del mundo un lugar que lo hace infeliz. El lenguaje que usan estos piratas informáticos es sorprendentemente inmaduro. No lo esperarías de parte de estas personas con estos CI, pero es: “Esas personas son idiotas.” “Esas personas son estúpidas.” “Este sistema es tan estúpido” Ese tipo de vocabulario aparece en los primeros comentarios del blog de Mark. Nos detalla jugada a jugado cómo piratea a medida que lo va haciendo. Es un lenguaje muy inmaduro – y después tropieza con esta idea Eureka de Facebook. Y tiene la vida hecha. Para el resto de nosotros, ser creativo es increíblemente importante pero también necesitamos vivir, y eso significa que tenemos que hallar la manera de ganar dinero de ello. Queremos ganarnos la vida con lo que creamos. A Mark nunca le interesó el dinero. Lo último que quería hacer – y ésta es una parte importante de la película – era destruir a Facebook convirtiéndolo en un bien de consumo. Por destruirlo, quiero decir hacer que de un momento a otro Facebook ya no fuera cool al generar dinero, al hacer que ya no fuera anarquista. Aunque es muy difícil llamar a una compañía que vale 25 mil millones de dólares anarquista. Pero eso es lo que hace de Mark un visionario – y esa es la historia de la película, el viaje de pirata informático a Director Ejecutivo.
P: ¿Entonces al final, la película viene a decir que tener la idea – la visión – triunfa sobre todo lo demás?
A.S.: Creo que es todo lo contrario. Creo que es la ejecución la que triunfa sobre todo lo demás. Las personas tienen ideas o lo que ellos creen que son ideas todo el tiempo. Puedes decir, por ejemplo, voy a escribir una película sobre Facebook. No es lo mismo que hacerlo.