Tom Cruise puede ser catalogado como uno de los actores más influyente del star system de Hollywood, hasta el punto que Paramount le llegó a regalar un Porsche por los beneficios obtenidos en cartelera de su film “ La tapadera”. A partir de ese momento, como todos sabéis, fue de los primeros en obtener salarios con cifras obscenas por realizar películas, y que gracias a ello creo de la mano de Paula Wagner su propia productora para garantizarse esos réditos extras. Además, Thomas Cruise Mapother IV se puede jactar de haber trabajado con los directores más famosos del séptimo arte, obviamente reduciendo su caché, inclusive en los últimos años, hace papeles secundarios en plan Robert De Niro, como en el film «Tropic Thunder. ¡Una guerra muy perra!«. También es obvio que, en la actualidad, no pasa por su mejor momento. Tras el relativo éxito de su “Noche y día”, le ha llevado a meterse en un proyecto que a priori parece una apuesta segura, no es otro que siguiente capítulo de la franquicia “Misión Imposible” que posee el subtítulo de “El protocolo fantasma”, cuyo rodaje dio comienzo hace un mes en Dubai de la mano de Brad Bird.
Ahora que tenemos claro como es su panorama actual debemos aclarar sus inicios. Si os pregunto sin mirar IMDB, ¿cuál es el primer film de este actor?, me responderéis muchos “Risky Business”. Pues no, os debéis remontar dos años atrás, concretamente a 1981 en el que rodó “Amor sin fin” de la mano de Franco Zeffirelli. Producto creado por Scott Spencer y Judith Rascoe a mayor gloria de la joven actriz Brooke Shields, que acababa de regresar de “El lago azul” y buscaba repetir taquillazo.
En su debut tenía sólo una secuencia. Billy fue su papel, un amigo de David, el verdadero protagonista de la película que estaba enamorado perdidamente de Jade, que sólo sabe dar malos consejos. Aparece en pantalla en el minuto 47, para decir la frase: «yo hice eso» tras quitarse la camiseta con unas poses muy griegas y quedarse con unos shorts vaqueros, que le marcaban culito. En lugar de quedar de machito malote fanfarrón, que era de lo que se trataba por lo menos si atendemos al guión, con su interpretación quedó realmente gay, y se hayaban lejos del estereotipo de hetero que se buscaba. Así cómo iba a alzarse con las portadas de las «SuperPop».
Pero si no nos adentramos un poco en su biografía no podremos entender sus cuestionables decisiones laborales. El joven actor nacido en Siracusa, Nueva York, en 1962, tras haber vivido unos años Canadá, regresó a EEUU concretamente a Kentucky tras el divorcio de sus padres, donde se instala con su madre y hermanas, convirtiéndose en el cabeza de familia. Tom y sus hermanas tuvieron problemas de adaptación escolar por los sucesivos cambios y porque Tom padecía dislexia. Consiguió acabar sus estudios primarios pero no los de secundaria y encaminó su carrera al deporte, concretamente al béisbol y lucha libre. Pero una lesión de rodilla le obligó a cambiar de planes una vez más e inicia sus estudios de interpretación. Acude a diversos casting, y trabaja en lo que puede, camarero, chico de los helados, pero no llega a más. Entonces decide irse a California, donde consiguió su primer papel en el citado blockbuster.
Pese a que debutaba en un proyecto grande, su carrera no despegaba, y eso que lo intentó con el drama juvenil del gran Harold Becker, “Taps, más allá del honor”. Pero fue eclipsado por estrellas emergentes como eran en su momento, Timothy Hutton, que acababa de recibir un Oscar a la Mejor interpretación masculina, y Sean Penn. Entre ambos llevaban realmente el peso de la trama. Eso le llevó a un nuevo cambio de planes, ya que por la vía del dramática no podía ser, su astucia le llevó a intentar convertirse en ídolo de quinceañeras, y vaya que si lo consiguió.
Primero aceptó trabajar a las órdenes de un Francis Ford Coppola, que andaba en sus horas más bajas, había quebrado su compañía Zoetrope. Una película a su medida, de americanitos con vaqueros ajustados y malotes bienintencionados, de peleas clásicas y navajas al viento, titulada » Rebeldes«. Pero una vez más, sus compañeros de reparto Rob Lowe, Patrick Swayze, Ralph Macchio y Matt Dillon, le eclipsarían en la pantalla grande. Nadie se fijó en él.
Eso le llevó a involucrase en el primero de los proyectos de los que renegaría hasta la saciedad. La idea es clara, ser el guaperas de la cinta. Así acepta el papel de Woody en “Ir a perderlo… y perderse” a las órdenes de un jovencísimo Curtis Hanson. El film pasa con más pena que con gloria. Nos contaba la historia de tres amigos de instituto que van a Méjico a perder la virginidad. Nuevamente el problema es que había dos caras guapas en el film, él y John Stockwell, que interpretaba al malote guaperas, Spider. ¿Quién no querría ver como pierde la virginidad nuestro querido Cruise? Por eso Stockwell se llevó el gato al agua, Cruise tenía un personaje muy franciscano. Obviamente, las chicas del momento, entrer un guaperas malote y uno angelical, se quedan con el mismísimo diablo, claro.
Eso le llevó a la gran idea de “hay que poner toda la carne en el asador” literalmente, y le lleva a realizar el segundo film del cual obviamente renegaría cuando se convirtió en megaestrella. Hablo del film,“La clave del éxito” bajo la dirección de Michael Chapman. En este caso interpretó a todo un machote, con rascada de paquete y flexiones matutinas. Su personaje es Stefen Djordjevic, un jugador de fútbol americano, un poco malote, poco, todo quede claro, que encima toma decisiones erróneas en la vida y las paga caro. Una vez más se rodeo de buenos actores como Craig T. Nelson, Terry O’Quinn o Lea Thompson.
Pero eso no basta, y para darle más morbo le ponen escenas de vestuarios con tíos contorneándose. Y ya sé qué estaís pensando: se equivoca de nuevo, esto parece una película de homosexuales de nuevo.
Así que a la hora de metraje es cuando decide romper con su filosofía de ser casto y puro para enseñar carne por doquier. Será en la escena de cama Lea con Tom, allí su personaje Stefen perderá la virginidad a diferencia de «Ir perdérselo y perderse». Eso sí, será con mucho suspense.
Hasta se quita el crucifijo, se va a convertir en un hombre de
verdad, toda una alegoría, sí señor.
Y Lea Thompson sufrió hasta coseguir lo que muchas habrían querido ahora, desnudar por completo a Tom.
Y cuando la cosa está en lo más álgido, van se meten en la cama, se arropan y apagan la luz. ¿Qué pensabaís que ibaís a ver desnudos frontales, posteriores, de perfil? Pues no, de solapadillo, y daros con un canto en los dientes. En fin, que con la iglesia hemos topado una vez más.
El caso es que debíamos despegar una carrera, y así fue, a la cuarta va la vencida y en 1983 se convirtió en el perfecto mojabragas gracias a una secuencia que lo tenía todo. Paul Brickman es su film “Risky Business” le llevó a lo más alto. Este será primero de sus largometrajes donde su nombre encabece el reparto.
El comienzo parece sacado de una obra de Calderón de la Barca y más divertido no puede ser porque aparece Tom con un cigarro en la boca, en plan malote, y dice: «el sueño siempre es el mismo».
En frente tuvo a la joven actriz Rebecca De Mornay, que casualidades del destino, venía de trabajar en «Corazonada» de Coppola que os recuerdo fue el film que le llevó a la quiebra económica. Y sin hacer esperar mucho al respetable, a los diez minutos, protagoniza el playback que marcará el antes y el después. Ataviado con unos boxers blancos, camisa rosa y calcetines blancos de deporte, le daba un verdadero revolcón al sofá al ritmo de «Old time, rock and roll» del gran Bobby Seger.
La sececuencia tiene su puntito gay ¿o no? Para disfrutarla por completo os dejo el vídeo enlazado de YouTubea.
ESCENA BAILE BOXERS DE «RISKY BUSINESS»
Así hizo con las adolescentes de todo el mundo le llevaran en sus carpetas, y sobre todo consiguió lo que más anhelaba, que su carrera tuviera altos vuelos. Sería de la mano de Tony Scott con “Top Gun. Ídolos del aire”, cuando rompió la barrera del sonido. No volvería a enseñar los calzoncillos de paquete blancos hasta «Magnolia» de Paul Thomas Anderson. El resto es historia conocida por todos, pero lo más curioso es que todo el mundo olvida es que gracias a él, y sobre todo porque Paramount ha decidido prescindir de sus servicios, ha reactivado otra veterana firma, United Artists, con la que está produciendo sus nuevos proyectos, por ejemplo «Leones por corderos«. Lo que nadie puede poner en duda, es que este chico es tenaz, que hizo bien en cambiar su carrera de monje franciscano por la de actor, por lo menos más rentable le ha salido, y ya veremos si el final de este inmenso cuento de altos vuelos tendrá un final feliz o no. Sólo el tiempo y las palomitas nos lo dirán.
Hola aqui va el enlace del plano de Uno de los nuestros, supongo qu es el que buscas.
AUSTRALINO: Hola de nuevo y gracias por mencionarme. Como os dije, no sé demasiado de cine…
Pero hay una cosa que no entiendo, seguramente estoy equivocado. En “La soga”, en los dos cortes que parece que tiene la peli, entiendo que hubo que cargar la nueva bobina. Entonces, ¿se cuenta como plano secuencia todo el metraje de la peli? ¿Por qué? ¿Se hacía inmediatamente? Quiero decir, cambiaban la bobina rápidamente y continuaban con el rodaje inmediatamente. Imagino que no, pero realmente no lo sé.
Es decir, aunque la peli parece que tiene un plano secuencia único, pero en realidad está dividido en tres partes. Y digo yo que cada parte se rodaría en días distintos, ¿no?
No sabía lo de Senderos de gloria, ¡gracias!
CQ: Qué maravilla!!!! con lo que me gustan a mí los planos secuencia… ya tengo para ver un buen rato… así que me pondré a buscar estas películas, las que no he visto, para ponerme a verla y disfrutar de esos planos…
muy buen reportaje… muy currado!!!!!
un saludo!!!
FER: ¡Estupendo artículo, amigos!
SUPERSANTIEGO: Un apunte a mala uva: en la obra maestra absoluta que es Senderos de Gloria no sólo no es un plano secuencia porque se cambia de perspectiva y de plano, sino que la escenografía está al servicio de la brillantez de la escena y no de la verosimilitud histórica. Semejante trinchera-pasillo sería poco menos que suicida, porque cae un obús bien encaminado y sólo serviría para encauzar la explosión y matar a todo quisque. En realidad iban en zig-zag cada pocos metros, para evitar que ocurriese lo anterior.
Mira si habré visto veces la peli pero nunca me he dado cuenta hasta ahora de ese detalle. El cabrón del Kubrick, que te atrapa con la secuencia.
MATIAS: ¿Alguien sabe cuál fué el primer plano secuencia en la historia del cine?