Crítica «Invasión a la tierra»

¡Qué modo de ganarse la nacionalidad norteamericana!
Médico Marines Jibril Adukwu

Vas a salir de esta y te vas a casar con Clarice.
Cabo Jason Lockett

Teniente, eso ha sido digno de John Wayne
Teniente William Martinez

¿Pero quién cojones es John Wayne?
Cabo Nick Stavrou

Nuestro deber es seguir luchando para honrar a tu hermano.
Sargento Michael Nantz

El film “INVASIÓN A LA TIERRA” es un producto digno de ser analizado por cualquier estudiante de periodismo y que curse la asignatura de “Historia de la Propaganda” con Pizarroso. Los que lo hayan sufrido sabrán de lo que hablo. Empezaré diciendo que se enroca con la propuesta de “MONSTERS” en tanto en cuanto lo de menos son los extraterrestres. Christopher Bertolini firma un guión que nos cuenta como unos meteoritos están a punto de caer. Pero los científicos de la NASA pronto descubren que no caen sino que están desacelerando y el destino es caer al mar en puntos cercanos a la costa en diversos puntos del planeta: Buenos Aires, Seúl, Francia, Alemania, China.  Pero lo que comienza como un espectáculo visual se convierte en una auténtica guerra, ya que estamos siendo invadidos por fuerzas desconocidas. La acción se centra en la ciudad de Los Ángeles, que veremos como se convierte en un campo de batalla, y teóricamente en el último bastión de la resistencia de la raza humana. Un Sargento de los Marines y su nuevo pelotón serán los encargados de responder a la amenaza y juntos se enfrentarán a un enemigo tan vil como desconocido.

Y esto nos lleva al principio de la reseña. Os decía que es un largometraje donde los extraterrestres son lo de menos, siendo lo más importante la carga de propaganda belicista. En primer lugar, el público natural de esta cinta es el frente interior de un país en guerra, para más señas Estados Unidos. En cualquier contienda hay dos frentes, el exterior (contra los que luchas) y el interior (tu población), y ambos deben ser cuidados. Por eso al salir de ver este producto industrial lo primero que hice fue reencuadrarla en el género bélico y sacarla del fantástico, ya que juega con los  clichés y posee referencias tanto explícitas como implícitas a la variedad cinematográfica a la que pertenece.  En segundo lugar, os decía que estaba dirigida al frente interior por eso en cada sitio se titula de una manera diferente y en Norteamérica se titula «Battle: Los Angeles», que podríamos traducir como “Batalla: Los Ángeles”. Eso entronca como mi tesis de que estamos ante un film bélico. En el resto del territorio de habla inglesa como por ejemplo Australia se ha bautizado como «World Invasion: Battle LA», “Invasión mundial: batalla en Los Ángeles”. Y aquí nos la venden como una más de marcianos. Eso me lleva a pensar, cual es el motivo por el que se ha estrenado esta cinta en nuestro país, cuando no somos los destinatarios naturales ni comulgaremos con lo que veremos. Pero eso son otras cuestiones a las que, lo siento, pero no tengo respuesta.

En tercer lugar, las escenas de guerra están rodadas de tal manera que hasta que nos hemos superado la primera hora de metraje no vemos a ningún extraterrestre, que como veremos son antropomorfos y neutros, es decir carecen de la menor cualidad identificativa, porque como película bélica que es, la amenaza es en términos generales y exterior, y da igual su naturaleza porque el objetivo es ensalzar la figura del cuerpo de los marines y que tu al salir de ver film te alistes en la oficina de alistamiento que tienes justo en frente. Para darle más realismo, por un lado la primera hora la ruedan con cámara en mano y siguiendo a los protagonistas y por otro, Debra Zane, que es una de las mejores directoras de casting que conozco, pone a chicanos y norteamericanos rondando los 18-19 años, que son los que se alistan. Unos para conseguir la nacionalidad, los otros para pagarse sus estudios universitarios. Para los que no me crean os recomiendo la lectura de esta crónica que hice desde EEUU hace más de dos años. Y lo más importante, cuál es el motivo de la lucha, eso es lo mejor su guionista usa un elemento que todo el mundo pueda reconocer a la primera, y sea asumible desde le minuto cero como que se le está quitando algo muy importante, así la población indígena vienen a robarnos nuestras fuentes de agua. Como veis es un elemento susceptible de generar controversias en cualquier país del mundo. Encima Jonathan Liebesman dirige con suma profesionalidad este producto, porque una de las reglas de la propaganda de guerra es que sus productos tienen que tener una factura impecable, los actores deben estar en su papel y por supuesto, tener un buen acabado, que enganche al público diana por la neurona y no lo suelte. Desde ese punto es sumamente efectiva la película.

Mis lectores habituales estarán pesando que se me ha ido la cabeza. Pues no, con esto no estoy recomendando la película, pero sí digo que si lo tuyo son las películas de guerra cargadas de propaganda, este film no debes dejarlo pasar, y no te dejes engañar por los marcianos, que son lo de menos. Como film de género deja que desear, está hueco, desconocemos de dónde vienen, cuál es su ciclo vital o por qué necesitan nuestra agua, por ejemplo. Sin duda alguna prefiero “SKYLINE”, por lo menos se lo tomaban a chufa y con toda la socarronería del mundo, a pesar de que su factura fuera inferior. Entré deseando ver una película de género y salí viendo un film profundamente belicista.

Calificación: 3